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Crisis mundial, en el reino de los ciegos ...

Crisis mundial, en el reino de los ciegos ...
27 de enero de 2014 - 00:00

Si se compara la recuperación económica de Estados Unidos desde la Gran Recesión con la de Europa –o más específicamente con los países de la Eurozona– las diferencias son notables y aleccionadoras. La recesión estadounidense técnicamente duró alrededor de un año y medio, desdediciembre de 2007 hasta junio de 2009, aunque por supuesto para los 20,3 millones de desempleados o subempleados de Estados Unidos la recesión aún no ha terminado. La Eurozona tuvo una recesión de plazo similar, desde enero de 2008 hasta abril de 2009, pero luego cayó en una más larga recesión en el tercer trimestre de 2011 que duró casi 2 años más, y de la cual recién podría estar saliendo en la actualidad (gráfico 1).

Esto conlleva una gran diferencia en la vida de las personas. En la Eurozona, el desempleo está cerca de niveles récord de 12,3%; mientras que en EE.UU. es de 7,6% (según datos a octubre del FMI, gráfico 2). A pesar de no ser una medición exhaustiva, estos números son comparables. Por supuesto, en España y Grecia el desempleo es 26,7% y 27,8%, respectivamente, con un desempleo juvenil intolerable de 57,4% y 59,2%, en cada caso. ¿Cómo se explican esas diferencias?


Estados Unidos fue el epicentro de la crisis financiera mundial y de la recesión en 2008. Pero los hacedores de política de ese país respondieron a la recesión con mecanismos diferentes a los utilizados en el caso de Europa. El más importante de esos instrumentos fue la política monetaria. La Reserva Federal estadounidense (FED) bajó las tasas de interés de corto plazo a cerca de cero en 2008 y las ha mantenido en ese nivel desde entonces. La FED también mostró su intención de mantener por un largo tiempo estas tasas de interés y se aventuró en territoriosinexplorados, involucrándose en 3 rounds de “relajamiento monetario” (quantitative easing, para aumentar la oferta de dinero) de más de $ 2 billones de emisión. Esto le posibilitó al organismo estimular la reactivación económica a través de una reducción en la tasa de interés de largo plazo, incluyendo la crucial tasa de hipotecas, la cual ayudó a la recuperación del mercado inmobiliario.


Luego de algunos estímulos en ambas áreas, los gobiernos de la Eurozona se involucraron en un ajuste presupuestario más temprano y mayor que el de Estados Unidos, y el FMI ha mostrado una clara relación entre el ajuste fiscal y el reducido crecimiento del producto bruto interno(PIB). El caso de la Eurozona.

Ahora la pregunta es por qué nuestras hermanas y hermanos europeos han sido tan desafortunados de estar sometidos a unas políticas económicas mucho más brutales que las que experimentó Estados Unidos. Hay algunas razones simples, pero fundamentales. Lo más importantees la responsabilidad o, mejor dicho, la falta de responsabilidad de las instituciones que toman las decisiones. En Europa está la llamada troika, integrada por el Banco Central Europeo, laComisión Europea y –reclutado más recientemente– el FMI.

Estas instituciones no responden tan directamente a los ciudadanos de la Eurozona, especialmente a los de aquellos países más victimizados (España, Grecia, Portugal, Irlanda e Italia) como lo hacen la Reserva Federal, el Congreso y el Ejecutivo ante los ciudadanos estadounidenses. Mucho de esto les debe sonar familiar a los argentinos que atravesaron la recesión de 1998-2002 cuando el Gobierno tuvo que amenazar con la cesación de pagos al FMI para poder retornar a políticas económicas tendientes al crecimiento.


Aún peor, las autoridades europeas han impulsado una agenda política que incluye aprovechar la crisis para promover ciertas “reformas” por las que los ciudadanos de los países afectados nunca votarían si fuesen consultados.

Esta no es una teoría conspirativa. En el documento Consejo de Política Macroeconómica y consultas del artículo IV: El caso de la Unión Europea, hice unarevisión de 67 reportes del FMI sobre 27 países de la Unión Europea desde 2008 a 2011. Ahí mostré un diseño consistente: reducir el tamaño del gobierno, reducir el poder de negociación de la fuerza laboral, cortar gastos de pensiones y salud e incrementar la oferta de mano de obra.Por ejemplo, en los 27 países de la Unión Europea el FMI recomendó ajustes de presupuesto, con recortes en el gasto por sobre incremento de los impuestos.

En 15 países hubo recomendaciones sobre el área de salud: 14 fueron para recortar gastos. En 22 de los 27 países hubo recomendaciones para reducir jubilaciones. En la mitad de los países el FMI también hizo sugerencias sobre la legislación laboral: en todos ellos el consejo fue disminuir la protección al empleo, reduciendo lasopciones de indemnización por discapacidad, recortar las compensaciones por desempleo, aumentar la edad de jubilación y descentralizar las convenciones colectivas de trabajo.

El FMI no es una entidad independiente y los directores europeos tienen influencia en materia de políticas europeas. Por lo tanto, los textos analizados nos indican la agenda política de la troika, no solo del FMI.

Entonces, no es sorprendente que se registren los cambios de política que hemos visto en los últimos años en los países más débiles de la Eurozona, como Grecia, donde el gasto real en salud fue recortado en más del 40%; o Portugal, donde el número de trabajadores del sector privado con cobertura de contratos sindicalizados se redujo de 1,9 millones a 300 mil.

Pero quizá lo más notable: esta evidencia muestra por qué el Banco Central Europeo permitió estas crisis financieras tan severas y repetidas en la Eurozona, que han impactado a la propia región y a la economía mundial por casi 3 años. En julio de 2012, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, dijo estas famosas palabras: “Lo que sea necesario”.

Esa frase fue respaldada unas semanas más tarde por el nuevo programa Outright Monetary Transactions (Compras Monetarias Directas), que puso fin a la amenaza de un colapso financiero. Ese programa se evidenció, por ejemplo, en la compra ilimitada de bonos españoles e italianos de entre 1 y 3 años, con el objetivode frenar el exceso de presión que los especuladores estaban haciendo sobre la deuda de ambos países. Hasta entonces, las autoridades europeas vieron a la crisis como una oportunidad para implementar sus “reformas”.

Como el FMI lo escribió en el Reporte 2009, “la experiencia histórica indica que la consolidación fiscal exitosa fue generalmente lanzada en medio de problemas económicos o en las primeras etapas de la recuperación”. Estas situaciones no se toman como un ejemplo en la recuperación de Estados Unidos.

Es lamentable que en ese país haya menos gente empleada que hace 6 años y que exista una menor proporción de trabajadores empleados de la que había en cualquier momento de los ochenta y, además es innecesario que el Gobierno desacelere el crecimiento con recortes presupuestarios.

Todo esto cuando la deuda federal tiene una carga de interés neto de menos del 1% del ingreso nacional, que es casi tan bajo como en la era post Segunda Guerra Mundial. No obstante, la experiencia de la Eurozona muestra cuán peor puede ser cuando se pierde la mayoría del control sobre el diseño de las políticas económicas más importantes de una administración.

Luego de que más de 20 gobiernos europeos cayeran durante esta crisis prolongada, el ritmo de este ajuste presupuestario destructivo está finalmente reduciéndose: desde cerca del 1,5% del PIB en 2012 al 1,1% en 2013 y al 0,35% en 2014. Pero quién sabe cuántos años más le llevará alcanzar niveles normales de empleo.

Así es como la democracia luce en la Eurozona en términos económicos, operando a duras penas en una dolorosa cámara lenta. (Tomado del diario Página/12).

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