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Así está el crédito en el Ecuador

Así está el crédito en el Ecuador
03 de marzo de 2014 - 00:00

En las sociedades actuales “a menudo se dice que el mercado de consumo seduce a los consumidores. Para hacerlo, ha de contar con consumidores dispuestos a ser seducidos y con ganas de serlo ... En una sociedad de consumo bien aceitada, los consumidores buscan activamente la seducción. Van de una atracción a otra, pasan de tentación en tentación, dejan un anzuelo para picar en otro”. Esta reflexión fue extraída del libro Trabajo, consumismo y nuevos pobres, del sociólogo polaco Zygmunt Bauman y refleja lo que, para bien y/o para mal, es el consumo: una de las características de las sociedades actuales, que en muchos países representa uno de los principales motores de crecimiento de la economía.

Para la expansión del consumo la disponibilidad de crédito es determinante y en el Ecuador el financiamiento de este tipo de gastos tiene varias caras: desde el uso de tarjetas de crédito para financiar compras a plazos de hasta 5 años, pasando por créditos preaprobados nunca solicitados por los clientes hasta chulqueros que facilitan el acceso a préstamos para quienes no tienen posibilidades de llegar a una institución financiera.

Para el sector productivo, los recursos están disponibles aunque para micro, pequeñas y medianas empresas la historia no sea tan fácil. En vivienda, el Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess) ha ganado terreno frente a los bancos privados y la banca pública ha abierto puertas a los sectores más vulnerables. La historia reciente del crédito es variopinta, pero una cosa es segura: sigue creciendo aunque a un menor ritmo que años atrás.

Según datos del Banco Central del Ecuador (BCE), el volumen de crédito aumentó en 2010 31,36%; en 2011, 18,45% y en 2012, 10,64%. El año pasado la cifra creció 11,48% y sumó $ 22 773,13 millones. (gráfico 1). En cuanto a las distintas ofertas de crédito, el analista económico Walter Spurrier explicó que de los datos se infiere que “el segmento del crédito de los bancos del sector público tiende a crecer más aceleradamente que el crédito de la banca privada ... (y) en los últimos 10 años ha crecido muchísimo el sector de cooperativas comparado con el de bancos”.


Respecto a la situación de las entidades bancarias privadas señaló que tras la normativa emitida por el Gobierno en los últimos años “la banca privada ha tenido limitantes para crecer debido a aumento de impuestos, menor rentabilidad con lo que tiene menores recursos para capitalizarse. Como el crédito está relacionado a su patrimonio, existe una menor capacidad de extender créditos”.

Funcionarios del BCE y de la Superintendencia de Bancos y Seguros no estuvieron disponibles para comentar la situación del crédito, pero las cifras publicadas por los organismos confirman el menor ritmo de crecimiento de los préstamos.

Esta no es una situación que se presenta solo en el Ecuador.  En 2013, en la edición 65 del Estudio Económico, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) indica que el crédito “muestra cierta desaceleración en la región en su conjunto, si bien el dinamismo del crédito para el consumo se mantiene y en general no se han producido variaciones bruscas del monto de reservas internacionales que mantienen los países de la región”.

 

Acceso desigual y concentrado

Aunque a veces la publicidad en medios masivos, las ofertas de financiamiento en locales comerciales y las mismas cifras inviten a pensar que el crédito está al alcance de prácticamente todos y se relacione, principalmente al consumo, la realidad muestra un panorama diferente.

Un artículo de la revista Ecuador Económico, publicada por el ministerio Coordinador de Política Económica, muestra que entre 2009 y 2011, el porcentaje de hogares que recibió crédito en ese período “aumenta a medida que se avanza de los deciles más pobres a los más ricos; es decir, que mientras más ricos son los hogares, han accedido en mayor proporción al crédito”.  Las cifras del gráfico 2 muestran que el acceso de los hogares de los 6 deciles más pobres subió, y que el de las familias de los 4 deciles más ricos disminuyó.

El análisis del ministerio presenta también el nivel de concentración del acceso y señala que “los 2 deciles más pobres concentran tan solo el 6% del total del volumen de crédito, mientras que los 2 deciles más ricos concentran el 51,9%”.

Y en cuanto a la concentración del destino del crédito, la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (ABPE) publicó en su boletín 037 que en 2013 el crédito productivo representó 54,6%; el de consumo, 31,3%; el de vivienda, 4%; y el microcrédito, 6,7%. El crédito productivo-corporativo (también puede ser empresarial y a pequeñas y medianas empresas -pymes-) fue el que más creció y el que recibió más recursos, según cifras del BCE que comparan diciembre de 2012 y diciembre de 2013. Ese segmento obtuvo 41,82% más que el año previo y sumó $ 981,5. Los otros sectores, excepto el de consumo, recibieron montos mucho menores. Incluso, para consumo se entregaron más créditos que para los segmentos de crédito productivo-empresarial y productivo-pymes en conjunto (gráfico 3).

Y si bien las concentraciones son evidentes también es cierto que el acceso de los más pobres al crédito se ha incrementado gracias a distintos programas implementados por el Gobierno. Por ejemplo, el Crédito de Desarrollo Humano (destinado a quienes reciben el Bono de Desarrollo Humano) creció de 7,5% en 2009 a 13% en 2011 (gráfico 4).

De otro lado, los datos también confirman que las cooperativas y los bancos privados son las entidades que más créditos conceden. En 2011, las primeras realizaron el 30,8% de las operaciones y los bancos, el 29,7% (gráfico 4).

Comerciantes minoristas, propietarios de pequeños y medianos negocios, así como investigaciones académicas dan cuenta de la alta exigencia de los bancos, principalmente, a la hora de conceder un crédito y de las reducidas opciones que tienen los emprendimientos pequeños. “Las instituciones financieras preferirán entregar los recursos monetarios a aquella empresa que posea un colateral (garantía) lo suficientemente grande para garantizar el préstamo, aumentando así la desigualdad en su entrega, lo que priva al Ecuador de alcanzar tasas sostenibles de crecimiento”, señala Iván Pereira en su investigación  La importancia del crédito para alcanzar un crecimiento económico sostenido en el Ecuador.

En Latinoamérica, solo el 2,6% de los 59 millones de pequeñas empresas accedieron al crédito entre 1998 y 1999, detalla. En su análisis de la situación del crédito entre 2008 y 2009, Pereira apunta que casi el 100% de los créditos concedidos fueron destinados al 20% de los solicitantes. Además la concentración también se nota en lo que se refiere a sectores económicos: el comercio al por mayor y menor concentró el 36,37% y las industrias manufactureras, el 31,25%. En esos sectores la mayor parte del dinero está destinado a capital de trabajo y compra de activos fijos y la media de plazo es de 596 días.

EN BREVE

Situación.El crédito en el país sigue creciendo pero registra un menor ritmo que en años anteriores.  

Pequeñas empresas. En América Latina solo el 2,6% de los 59 millones de estos negocios accedió a un crédito.

Lo público. Programas como el Crédito de Desarrollo Humano posibilitan el acceso a los sectores más vulnerables.

Consumo. El promedio mensual de gastos por hogar urbano a nivel nacional es de unos $ 734,19.

Hacia una nueva regulación

El 4 de enero, el presidente Rafael Correa anunció la intención del Gobierno de proponer un Nuevo Código Monetario Financiero que reemplazará a 21 leyes que se encontraban dispersas. El proyecto de ley será enviado a la Asamblea Nacional entre abril y mayo y representará “una lucha política tenaz porque esto es un golpe más a la estructura de poder en el país”, admitió Correa en una entrevista con EL TELÉGRAFO a inicios de año.

Uno de los aspectos que se pretende regular es el del crédito. “No hay regulación activa para que los bancos hagan lo socialmente deseable, por ejemplo, a dónde va el crédito. Con el nuevo Código Monetario Financiero vamos a lograr eso, vamos a igualar oportunidades. Esto significa que ya no pueden buscar el lucro por el lucro, colocar el crédito en consumo para importaciones porque eso es lo más rentable, sino que es la sociedad la que va a decir a dónde van esos recursos”,  manifestó el presidente.

Ante ello, la ABPE expresó a través de su último boletín que “existe cierta incertidumbre en el sector” por no conocer aún los detalles de la iniciativa y defienden la idea de que el sector bancario responde a “un interés general”, pero que eso “no lo torna en un servicio público”. También considera “ajeno” a este sector el hecho de que “se vea obligado a prestar servicio a una persona que no debe o no puede, por análisis de riesgos, ser calificado como cliente del sistema financiero”.

Con respecto a la propuesta de ley del Gobierno, Spurrier opinó: “Es coherente con lo que ha venido haciendo aunque yo no comulgo 100% con esa manera de ver las cosas. Se está pecando por querer controlar demasiado el destino del crédito”.

El analista explicó que dentro de la visión gubernamental de cambiar la matriz productiva se busca encaminar el crédito a los sectores que encajen en ese plan. “El Código le aumenta las posibilidades al Gobierno de poder determinar a qué sectores se puede prestar el dinero”. Añadió que hoy, el Ejecutivo considera que “mucho del crédito se ha ido para el consumo, sobre todo para bienes de consumo duradero y esos bienes son en buena parte importados o tienen componentes importados”, lo que va en contracorriente de la política de reducción y sustitución de importaciones que busca desarrollar la industria nacional y preservar las divisas que garantizan la dolarización.

 

El consumo en lo macro y micro

La pregunta que cabe es si una reducción del crédito para consumo podría de algún modo afectar el crecimiento económico dado que el consumo es precisamente uno de los componentes que impulsa el crecimiento. Según las últimas cifras del Banco Central correspondientes al tercer trimestre de 2013, el consumo de los hogares contribuyó en mayor proporción (2,6%) al crecimiento interanual del producto interno bruto (PIB)  que fue de 4,9%. Las exportaciones aportaron 1,7%.

A nivel regional el consumo también es clave. En los últimos años la demanda interna se ha incrementado y aunque a un ritmo menor sigue creciendo, lo que se explica por el dinamismo del consumo de los hogares. Esta situación responde a la disminución del desempleo, un aumento del empleo y un incremento de los salarios reales, detalla el informe de la Cepal.

), en la edición 65 del Estudio Económico  de la región publicado el año pasado.

Gracias al aumento de los salarios y a la disminución de la pobreza en los últimos 7 años, ciudadanos de todos los niveles socioeconómicos tienen posibilidad de consumir en mayor o menor medida. El crédito en ese contexto aparece financiando los gustos de todos los sectores.

En el mercado es posible encontrar varias opciones: tarjetas de crédito para financiar compras en largos períodos aunque con altos intereses, crédito directo con almacenes y posibilidad de tener meses de gracia y hasta el “chulco” que financia desde pequeños gustos, como perfumes hasta necesidades mayores.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) que fueron levantados en mapas digitales por la empresa Location World, los ecuatorianos gastan la mayor parte de sus ingresos en alimentación y bebidas no alcohólicas (22%) y transporte (15%), como se puede observar en el gráfico 5. El 80% se adquiere al contado, aunque eso no se restringe solo a efectivo, sino que incluye uso de tarjetas de débito y pagos corrientes, explica Karla Cedeño, gerente de Marketing de Location World. El 4% se compra a crédito y el 2% con tarjetas de crédito.


Según la Superintendencia de Bancos y Seguros, hasta junio de 2013 se registraron 3 151 887 tarjetas de crédito, entre principales y adicionales. Y de acuerdo con el BCE el crédito otorgado por esta vía durante el año pasado sumó $ 260,5 millones, que corresponde al 1,29% del total entregado por el sistema financiero privado. En promedio, los tarjetahabientes deben pagar mensualmente $ 789,91 mientras que en 2012 ese monto fue de $ 718,68.

El 62% del volumen de crédito de consumo con tarjetas de crédito está concentrado en 6 instituciones financieras (gráfico 6): Diners Club (15,88%), Banco Pichincha (14,73%), Banco de Guayaquil (12,15%), Solidario (7,40%),  Cooperativa JEP (7,40%) y Pacificard (4,68%), según datos del BCE.

El dinero plástico, aunque minoritario, revela nuevos gastos  de los ecuatorianos  y cambios en los hábitos de consumo.

Por ejemplo, la gerente de Marketing de Location World, de 27 años, logró financiar su maestría virtual en España gracias a un crédito diferido en 9 cuotas. La única posibilidad de pagar sus estudios era a través de una tarjeta de crédito, explicó, del mismo modo que miles de bienes y servicios que se comercializan en Internet. El comercio electrónico impulsa el uso de tarjetas de crédito, que son la mayoría de veces la única opción de pago.

“Existen muchas facilidades para adquirir los productos gracias al crédito, más que en años anteriores. Ahora llaman a ofrecer tarjetas, los vendedores proponen  al comprador formas de pago. Tú ya no tienes que hacer mucho para obtener un crédito”, indicó Cedeño y admitió que el uso de su tarjeta, que nunca solicitó sino que le ofreció el banco, le ha ayudado.

Otro caso es el de Leonardo Velasco, un diseñador gráfico de 36 años que compró un paquete para disfrutar de planes de vacaciones con una cadena hotelera durante 7 años. La empresa le diseñó el financiamiento de acuerdo a sus posibilidades con pagos mensuales de $ 136,11 durante 36 meses, gracias a su tarjeta de crédito que no tiene límite de cupo.

El mercado evidencia que todo es financiable. En los Centros Comerciales del Ahorro del centro de Quito (conocidos antes como Ipiales), las tarjetas de crédito permiten comprar artículos como zapatos o ropa pagando cuotas hasta por 12 meses.

Marisol Camino, ingeniera en Marketing y propietaria de un local ahí, lleva 25 años en el negocio de zapatos deportivos importados y reconoció que en aras de vender debe pagar altas comisiones a los bancos para que sus clientes, la mayoría de clase media y baja, adquieran los productos. Dijo que sus ventas han bajado y que ha observado que la gente se cuida más que antes en sus gastos, incluso porque los cupos en las tarjetas se han reducido.

En mayo de 2012, las autoridades alertaron sobre señales de sobreendeudamiento de la población y adoptaron medidas. En ese entonces, Correa declaró: “En total en el sistema consideramos que 41% de las familias tiene sobreendeudamiento, estamos hablando de unas 400 mil familias. Esto puede generar graves problemas para la economía en general”.

Para su negocio, Camino contrató un crédito con un banco y explica que si buscaría uno nuevo sería mucho más difícil. “Ahora hay que tener bastantes garantías para que den un crédito”, cuenta. Admitió que en alguna ocasión tuvo que recurrir al “chulco” para conseguir dinero.

¿Y cómo vive alguien que no puede acceder a un crédito? Roberto Parra, vocero de los deudores de buena fe de la crisis bancaria de 1999 lo sabe. Él adquirió un crédito hipotecario hace más de 15 años que, con la debacle, se volvió impagable. La categoría “E” que heredó de la crisis le cerró todas las puertas.

“Ya me acostumbré a no tener tarjeta de crédito, compro todo al contado, o con sistemas de plan acumulativo de los almacenes para pagar $ 10 o $ 20 mensuales hasta poder comprar un colchón, un ventilador. A veces también la familia ayuda con préstamos. Uno se las tiene que ingeniar y así he vivido durante 15 años”, declaró. Para Parra, economista de profesión, la dolarización fue un factor fundamental para “eliminar la incertidumbre” de la devaluación del sucre, bajar las tasas de interés y ampliar los plazos para sectores como vivienda. De hecho, la construcción de inmuebles ha crecido gracias a las ofertas de crédito. En este segmento, el Biess ha ganado espacio por las mejores condiciones que ofrece frente a la banca privada.

 

 

 

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