Del 17 al 22 de mayo del corriente año, se desarrollará en La Paz, Bolivia, el Primer Congreso Latinoamericano de Cultura Viva Comunitaria, un encuentro del que participarán centenares de personas provenientes de todos los países del continente.

La América Latina de hoy se debate entre los desafíos de las profundas crisis que atraviesa el mundo globalizado y las propuestas novedosas que surgen a nivel teórico y político desde la región. La dimensión cultural de dichos desafíos resulta innegable para los actores sociales que protagonizan la esfera pública, ya no solamente como un recurso, un producto de consumo o un mero accesorio, sino como un eje central de la ciudadanía.

En este sentido, la Cultura Viva Comunitaria es tanto una realidad como una visión. Su conformación y aporte en nuestra realidad americana está constatada por la enorme cantidad de experiencias que en todo el territorio alimentan y promueven una mejor calidad de vida a través de múltiples modos de hacer y rescatar la cultura de los pueblos. La Cultura Viva Comunitaria como visión, representa un cambio en los modos de sentir, pensar y actuar acerca de lo público, tanto en la esfera estatal como no estatal. La unión entre la realidad y la visión es impulsada desde la Plataforma Puente Cultura Viva Comunitaria, un nuevo movimiento político y cultural que desde su conformación ha generado acciones públicas y el sostenimiento de un espacio virtual sobre los principales temas vinculados con el arte, la cultura, la comunicación y la política.

El congreso a realizarse en La Paz propone el intercambio y fomento de la cultura comunitaria a través de festivales, paneles, debates, talleres, círculos de trabajo, marchas de carrozas. De este modo, el evento intentará fortalecer los procesos de Cultura Viva Comunitaria en Latino América y concientizar acerca de la necesidad de revisar los modelos de Políticas Públicas en relación a estas iniciativas en las comunidades y territorios del continente. Es por ello que participarán del Congreso legisladores y funcionarios de todos los países latinoamericanos, así como representantes de redes, organizaciones e instituciones del sector cultural y social, y contará también con el aporte de intelectuales y académicos.

Puntos de Cultura Viva Comunitaria

Durante el gobierno de Lula Da Silva se constituye la política pública denominada Puntos de Cultura, que fue aplicada en Brasil con interesantes resultados. A través de dicha política, el Estado consigue fortalecer, conectar y sostener a miles de experiencias comunitarias locales y regionales, productoras de bienes artísticos, de comunicación o de formación desde una perspectiva que privilegia la autonomía, el empoderamiento y el protagonismo en todo el territorio brasilero. El modelo de los Puntos de Cultura se concibe como una asociación entre Estado y Sociedad Civil que fortalece la conformación de redes locales, regionales y a nivel nacional para el fortalecimiento de la cultura comunitaria.

Luego de la difusión de los resultados de dicha política en Brasil en diversos encuentros, por ejemplo, en el marco del Foro Social Mundial en Belem Do Para a inicios de 2009, un amplio arco de organizaciones sociales latinoamericanas han asumido la tarea de promover la aplicación continental de Puntos de Cultura. Entre ellas, puede mencionarse la Alacp (Articulación Latinoamericana Cultura y Política), la Red Latinoamericana de Arte para la Transformación Social y la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad.

La demanda de estos colectivos adquirió mayor fuerza a partir del 1° de diciembre de 2009, cuando en el Parlamento del Mercosur se aprobó por unanimidad un anteproyecto de norma para garantizar el apoyo técnico, legal y financiero de los Estados a la cultura de base. Este hecho representó un primer paso hacia el desarrollo de iniciativas en la legislación regional en la temática. Su objetivo principal es promover en toda la región los Puntos de Cultura: organizaciones culturales de la sociedad civil que, según el anteproyecto presentado, constituyen eslabones con el Estado para posibilitar el desarrollo de acciones culturales con base territorial.

La política Puntos de Cultura consiste entonces en otorgar apoyo técnico, financiero e institucional desde el Estado a experiencias generadas desde la sociedad civil y en el marco de los más variados grupos (pueblos originarios, grupos multimedia urbanos, narradores orales tradicionales, proyectos de comunicación comunitaria radial, etc.).

La cultura viva comunitaria propone una noción de política pública que es participativa. Según Celio Turino (2011), el creador del Programa Cultura Viva que viabilizó los Puntos de Cultura en Brasil, la aplicación del concepto de gestión compartida y transformadora para los Puntos de Cultura tiene por objetivo establecer nuevos parámetros de gestión y democracia entre el Estado y la sociedad. En la implementación de la política, se combinan la asistencia financiera con el equipamiento tecnológico y la interconexión de cada experiencia reconocida como “Punto de Cultura” con el resto, impulsando mecanismos en red y organizando eventos y actividades de articulación y fortalecimiento. Esto permite dar apoyo y mayor sustentabilidad a proyectos que se encuentran en un vínculo cercano con las necesidades de la población, tanto en el sector urbano como rural, fomentando la participación activa para buscar su satisfacción. Según Turino, el Punto de Cultura es en sí mismo un concepto de política pública. Las organizaciones culturales de la sociedad ganan de este modo fuerza y reconocimiento institucional, estableciendo una alianza con el Estado sin perder la autonomía: “Una política de acceso a la cultura (…) precisa ser entendida en un sentido amplio, expresado en un programa que respete la autonomía de los agentes sociales, fortalezca su protagonismo y genere empoderamiento social.” (Turino: 2011, Pág. 129) .

Dadas las dimensiones de la propuesta, en la actualidad la misma ha sido tomada por varios organismos estatales a nivel municipal, provincial y nacional, sumándose y articulándose con gestiones exitosas en temas de cultura y política. Algunas de ellas se han traducido en apoyo para introducir la propuesta en el ámbito legislativo, y en otros casos, se trata de programas que constituyen un acercamiento a las dimensiones que la misma ha tomado en Brasil. La ciudad de Lima, por ejemplo, ha aprobado recientemente una ordenanza que instituye la política pública para la promoción de la cultura viva comunitaria. Asimismo, en el caso de Argentina, se ha creado un programa denominado Puntos de Cultura a nivel nacional que se implementa desde 2011 tomando los criterios de la iniciativa.

Sin embargo, la principal fuerza del movimiento se encuentra en aquellos proyectos que no solo desarrollan la Cultura Viva Comunitaria en forma independiente y autogestionada en toda nuestra América, sino que además se organizan para conformar redes y colectivos que promueven la construcción de políticas públicas como la de los Puntos de Cultura. Dichas redes, nucleadas a nivel latinoamericano en la Plataforma Puente Cultura Viva Comunitaria, hacen énfasis acerca de la necesidad de modelos de políticas públicas que afiancen y multipliquen estas iniciativas en las comunidades y territorios del continente, destinando al sector no menos del 0,1% de los presupuestos nacionales para tal fin. La asignación de dicho porcentaje toma en cuenta la recomendación de la Unesco de destinar al menos un 1% del presupuesto nacional de los Estados hacia los Ministerios de Cultura, por lo que el planteo desde la Cultura Viva Comunitaria se orienta también en este sentido.

Hacia La Paz en Caravana

El 17 de mayo arribarán a La Paz cinco caravanas desde Centroamérica, Brasil, Perú, Colombia y Argentina, con representantes de centros culturales, bibliotecas populares, grupos de teatro comunitario, colectivos de muralismo, arte callejero, circo social, música, danza, cultura digital, radios y canales de televisión comunitaria y escuelas populares de arte. También llegarán delegados de la Red Latinoamericana de Arte para la Transformación Social (Rlats), Articulación Latinoamericana Cultura y Política (Alacp), la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad, la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER) y la Red de Artistas, Gestores y Gestoras Culturales GuanaRED (Costa Rica), entre otros espacios.

Se estima que el Congreso de Cultura Viva Comunitaria reúna a miles de personas, y hay expectativas de que Evo Morales brinde su apoyo a la cultura que nace en los barrios.

Algunos de los ejes de trabajo del congreso son: políticas públicas hacia la cultura comunitaria y gobernanza, legislación cultural participativa, impacto cultural de proyectos de desarrollo, economía solidaria, arte y salud, niñez, soberanía alimentaria y patrimonio cultural, entre otros. El congreso parte de la creencia de que el afianzamiento de la Cultura Viva Comunitaria puede constituir un avance importante en la construcción de una nueva sociabilidad humana, desde una perspectiva de justicia y equidad, en armonía con la pachamama y nuestros bienes comunes y en el camino hacia una democracia deliberativa, comunal y participativa.