La prohibición de ingresar con correas, cordones, vinchas de cabello, zapatos de taco, gorros y gafas, es la principal disposición que reciben los familiares de las personas privadas de la libertad que visitan en el Centro de Rehabilitación Social Regional Cotopaxi.

Previamente los ciudadanos que llegaron hasta Latacunga deben verificar que se encuentran en la lista de ingreso al penal.

Inmediatamente después que llegan al recinto penitenciario, los guardias encargados de supervisar las visitas notifican la restricción de entrar con alimentos, dinero, medicamentos, ropa, esferográficas, lápices, artículos de aseo.

Las primeras 50 personas que llegaron a la cárcel de Cotopaxi atendieron las instrucciones y en caso de no poder cumplirlas el ingreso a visitar a sus parientes es negado.

Los visitantes pasaron por los filtros de seguridad, rayos X y cacheos para luego ingresar hasta la sala de visitas, donde se reunieron con los privados de libertad, por una hora y 30 minutos. La sala está ubicada en un área ajena al ala  donde están las celdas.

Antes los visitantes permanecían en las celdas junto con los internos, incluso se daban los casos de que pasaban la noche con ellos encerrados, lo que se evidenciaba en las requisas sorpresa que efectuaba la Policía en diferentes penales del país.

El modelo de gestión, según el Ministerio de Justicia, empieza por dar un mejor ambiente al reo y a sus familiares.