Víctimas de incendio buscan lugar para pernoctar
Llegada la noche, los moradores de las casas afectadas por el incendio originado en una bodega clandestina de pinturas, situado en la calles Luis Urdaneta entre Riobamba y Ximena, centro de Guayaquil, entran en desesperación.
José Antonio Barrezueta, de 55 años, es uno de ellos. Su casa, de construcción mixta y que está asentada al lado del galpón siniestrado, quedó totalmente destruida y con ella los enseres en su interior.
El hombre junto a su familia aún no sabe dónde percoctará la noche, indica que no tiene más familia en la ciudad, por lo apelará a la solidaridad de los vecinos para que les dé una posada.
Mientras tanto, busca entre los escombros con la esperanza de encontrar algo que aún le pueda servir.
Jhonny Barrezueta, su hijo, asegura que siempre veía que a la bodega llegaban camiones del cual bajaban varias canecas y tanques de 55 galones pesados, para los cual, los trabajadores colocaban llantas en el piso para amortiguar la caída de los pesados envases.
Jorge Vanegas, quien reside más de 20 en el sector, relata que hasta hace unos 10 años, en el lugar elaboraban y comercializaban productos químicos como cloro, desinfectante, shampoo, etc, pero después se cerró por varios años, hasta que habilitaron el local como bodega y presuntamente, taller de procesamiento de pinturas.
Al sitio llegó el fiscal de turno, Jackson Lima, quien dispuso a los agentes que ubiquen la identiddad , tanto del tanquero como de la bodega, y así determinar responsabilidades.
Los afectados de las casas aledañas manifestaron que exigirán la reparación de los daños causados por el incendio.
El cabo de Policía, Freddy Enríquez, perdió su vehículo Aveo Activo 2008 que estaba estaionado justo al lado de la bodega, El automotor quedó totalmente destruido.
El fiscal también anotó que al frente de la bodega, situada en una casa de hormigón de 2 pisos, funcionaba una comercializadora de gas de uso doméstico, en el cual, afortunadamente, no estaba el camión repartidor en el momento que amenazaron las llamas.
Otras dos familias se vieron afectadas ya sea por las llamas, el humo o el agua arrojada por los bomberos, además, por el corte del fluído eléctrico, deberán permanecer alerta para cuidar sus pertenencias. Mientras tanto, una centena de policías custodian las evidencias una cuadra a la redonda.