Un año de prisión por robo de celular

El Tribunal Tercero de lo Penal de Pichincha sentenció ayer a un año de prisión, con voto salvado, a Édgar Mendoza, ya que se acogió al procedimiento abreviado, luego de que aceptó que se sustrajo el aparato electrónico.

La sentencia contempla que se descontará el tiempo que el imputado permaneció detenido por lo que terminará la pena en dos meses, y recuperará su libertad.

Esto motivó el reclamo de los familiares de David Romo, quienes consideran que el acusado sabe algo más, ya que era el controlador del bus al que se subió el joven la noche del 16 de mayo. “Al llegar a la zona de la Mitad del Mundo desapareció”, mencionó Alexandra Córdova, madre de Romo, al tiempo de preguntarse qué pasó después.

Los familiares del acusado consideraron que Mendoza efectivamente poseía el celular porque se lo encontró en la unidad que trabajaba y no tiene nada que ver con la desaparición del joven.

El tribunal explicó que el fallo fue decidido por mayoría, ya que uno de los jueces opinó que no se debía separar el delito de robo del celular del de desaparición, por el cual también estaba acusado.

Sin embargo, los otros dos jueces consideraron que no había pruebas de su implicación en la desaparición, por tanto lo juzgaron conforme a los artículos 551 y 553 del Código Penal, pero dejaron abierta la posibilidad de que si hay nuevas evidencias el sentenciado pueda ser inculpado nuevamente.