Robo y asalto a personas, microtráfico y problemas de convivencia que causan  riñas en donde existe elevado consumo de alcohol,  son los principales delitos que se registran en el Centro Histórico de Quito.

Según las estadísticas presentadas por el Municipio, mensualmente durante el 2011 se registraron 119 denuncias, en el 2012 subieron a 143 y en el 2013 a 133. Los sectores de La Loma, San Diego, Colmena, San  Roque y el Tejar son aquellos donde la Policía  ha detectado la  focalización del microtráfico de droga.

Por ese motivo el Ministerio del Interior y el Municipio de Quito trabajan en la implementación de un plan de seguridad, en el que se contempla  la construcción de una Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC) en el distrito Manuela Sáenz, específicamente en las calles Chile y Pichincha, para el uso de la Policía Nacional, en donde laborarán 200 uniformados que contarán con 37 patrulleros, 35 motocicletas y radiocomunicaciones, los mismos que estarán en capacidad de atender a los 32 subcircuitos que integran el distrito.   

Además se adecuará el  Comando Zonal de Policía Metropolitana en  la 24 de Mayo, pues desde septiembre de 2012 se creó  la unidad especial de prevención de la violencia, con la colaboración de 100 efectivos.

En el proyecto se prevé la instalación de un sistema de video que funcionaría en los sitios de mayor conflictividad, los mismos que serán monitoreados por el ECU-911 en coordinación con el Comando Provincial de ese distrito. 

En el Centro Histórico se proporcionarán los servicios integrados de justicia en el sector de las Tres Manuelas, en donde funcionarán  Fiscalía, Juzgados de Contravenciones, Niñez, Adolescencia, Comisarías de Género y Registro Civil. Ahí se podrán presentar denuncias ya sean de hurto, lesiones menores, pérdida de documentos y destrucción de la propiedad privada, todo  con apoyo de las unidades policiales.

Entre las competencias del Municipio, se plantea la  capacitación de comités de seguridad, así como la  instalación de alarmas comunitarias en barrios. Dentro de las acciones integradas para controlar la inseguridad en torno a la indigencia se mejorarán  los  sistemas de acogida.

Una de las acciones que más interés genera en las personas que habitan este sector es el nuevo tratamiento  de la basura, esto es el soterramiento de los depósitos de desechos. Se construirán debajo del nivel del piso y se recurrirá a nuevos mecanismos de recolección, para eliminar la presencia de las bolsas con desperdicios en las vías.      

El alcalde Augusto Barrera señaló que el Centro Histórico necesita ser intervenido en aspectos estructurales y no solo en recuperación patrimonial, así como reconsiderar los  tipos de uso que tiene esta parte de la ciudad. Actualmente existen convenios  entre la Universidad de las Américas (UDLA) y el antiguo Hospital San Lázaro, cuyas instalaciones serán ocupadas por estudiantes. Mientras que la excárcel Nº2 se convertirá en el nuevo Instituto Tecnológico de Turismo y Patrimonio.

Otra de las preocupaciones del Municipio es la readecuación de la capacidad habitacional del Centro Histórico. Al momento se encuentran en marcha proyectos que contemplan 700 viviendas, con lo que se espera proporcionar residencialidad a esos espacios.

En esta misma línea, se reforzarán los espacios públicos, con intervenciones en edificios no patrimoniales. La seguridad y la movilidad son ejes fundamentalesen la estructura del Centro Histórico, dentro del plan integral coordinado interinstitucionalmente.

Barrera mencionó que cada año  crece en un 8% la visita de extranjeros a la capital. En 2012  llegaron 520 mil turistas, que en su totalidad visitaron el centro de la capital. Esa potencialidad turística, dijo el funcionario, se conecta con el comercio popular, por lo que no debe ser descuidada, sino protegida, proporcionando seguridad a los visitantes.

Por el Centro Histórico transitan al día alrededor de 200 mil vehículos. Esa parte colonial de Quito alberga a 40 mil habitantes, sin embargo, dentro de un estudio realizado entre 2001 y 2010 se constató que casi 10 mil personas dejaron de vivir en el Centro Histórico.

Para las autoridades es importante recuperar la población y las condiciones residenciales, pues al estar abandonadas muchas de las viviendas, la inseguridad crece. “A las 8 de la noche ya no hay gente circulando, únicamente casas vacías y bodegas”, afirmó Barrera.

Un promedio de 200 mil personas también camina a diario por las calles del centro,  a causa de diversas actividades. Los planes de seguridad que se implementen en estas zonas serán tomando en cuenta el  fortalecimiento de una convivencia segura, con controles para reducir el consumo de alcohol y riñas callejeras y se renovará la iluminación ornamental para generar espacios atractivos y seguros.

Según el viceministro del Interior, Javier Córdova, la lucha contra las bandas delictivas que operan en esos sectores generó un balance positivo en el índice antidelincuencial, de manera general en más de 20 barrios.  Esos grupos delictivos que fueron desmantelados en operativos como “Avalancha”, dominaban zonas y lugares como el Centro Comercial Montúfar y el Panecillo.

El área en donde se implementará el plan de seguridad integral es: al norte  la calle Esmeraldas, al sur  la  24 de Mayo,  al oriente  la Montúfar y al occidente la calle Cuenca, lo que comprende el núcleo histórico central. Las autoridades contemplan además la participación activa de la población con respecto a la seguridad barrial, que apoyará incluso la gestión de prevención de riesgo en escuelas.

Las autoridades trabajan constantemente en la prevención situacional, que incluye la revisión permanente de usos de suelo, en donde paulatinamente se irán clausurando los lugares que figuran como tiendas de abarrotes, pero que expenden licor. Con esta finalidad, los policías y administradores zonales dijeron que están revisando los diversos parques de la ciudad.

UNIDADES MÓVILES TAMBIÉN VIGILARÁN EL CENTRO HISTÓRICO

Hasta el 2014 está planificado que se encuentren operativas 6 unidades de Policía Comunitaria (UPC), esto implicará el crecimiento de personal policial disponible en el sector, pasando de 59 efectivos que trabajan actualmente a 96 al finalizar su implementación.

Cada UPC pone al servicio de la comunidad que habita el Centro Histórico con servicios preventivos como vigilancia comunitaria, auxilio y respuesta, recepción de denuncias, prevención situacional, monitoreo de ojos de águila, monitoreo satelital vehicular, botones de seguridad y cámaras de vigilancia. Se incorporarán 22 cámaras adicionales que serán monitoreadas desde el Itchimbía.

Entre las cosas que se ejecutan de manera inmediata está la entrega de un UPC móvil. Cada UPC representa una inversión de 145 mil dólares y cuenta con características de habitalidad suficientes para el personal policial que trabaja desde ahí.

Disponen de refrigerador, microondas, tiene un generador eléctrico de 150 caballos de potencia, cámaras de televisión y abastecimiento de agua de 120 galones para tres días. Estas unidades son ensambladas en el Ecuador.