Sospechoso de incendio vuelve al lugar del siniestro
“Míralo, está hecho el que llora. Por qué no pensó bien las cosas antes de quemar a esos niños”... Una de las moradoras de La Floresta 2, al sur de Guayaquil, se mostró indignada con la presencia de Gabriel M. mientras se desarrollaba la diligencia de reconstrucción de los hechos del caso de la muerte de 5 menores de edad, que se suscitó el pasado 8 de abril.
Gabriel M., principal sospechoso de causar la muerte de los menores, caminaba por los callejones del lugar custodiado por dos guías penitenciarios y una docena de policías. El hombre vestía una camiseta blanca y estaba con chaleco antibalas y un casco. En el trayecto sollozaba. Cuando los policías le preguntaban algo, el sujeto respondía en voz baja.
Desde atrás del cerco policial, los presentes no dejaban de murmurar. “Deben dejarlo metido en la cárcel. Si algún infeliz le hace algo a mis hijos, yo primero lo quemo con aceite caliente y luego le doy latigazos con ortiga... así deben de cogerlo a este tipo”, indicó uno de los vecinos del sector.
El sospechoso era llevado constantemente a la vivienda donde ocurrió el siniestro. Las personas presentes corrían de un lado a otro, todas querían ver de cerca al acusado. “Yo sí lo conocía, él siempre paraba por aquí. Tiraba parada de malo”, expresó un presente.
Mientras que el fiscal encargado del caso, Francisco Bodero, y peritos de la Policía tomaban declaraciones al acusado dentro de la vivienda del incendio, otro grupo de especialistas recorría el sector con una persona que fingía ser el autor del crimen.
Según las investigaciones, esa fue la ruta que el hombre hizo tras provocar el incendio. De su parte, Gabriel M. reconstruyó el trayecto, afirmó, que realizó la noche del crimen.
En los próximos días se conocerá la fecha de la audiencia de llamamiento a juicio, en la que se determinará si el acusado será procesado por la muerte de los 5 menores de edad. En tanto, la madre de los fallecidos continúa hospitalizada y su pronóstico es reservado.