La sangre que resbaló por el rostro de David Cepeda, de 37 años, a causa de la herida por el disparo de un arma calibre 38, quedó impregnada en la ropa de sus familiares que lo abrazaron mientras intentaban auxiliarlo.

Cerca de las 11:30 de ayer, David y siete miembros más de su familia, pertenecientes a una comunidad indígena,  retiraron 22 mil dólares de la agencia de Banco Pichincha, ubicada en las calles 10 de Agosto y Bogotá, centro de la ciudad, ellos se movilizaban en una camioneta marca Chevrolet  Luv, de una cabina.

Cuando circulaban por las calles Sucre y Pichincha, sector del Playón de la Marín, un policía los detuvo por exceso de pasajeros en el balde de la camioneta. Mientras el uniformado verificaba la matrícula y licencia, David estacionó el vehículo. Al mismo tiempo, su padre Francisco Cepeda se bajó para explicarle al policía que llevaban dinero y que, por favor, no los detuviera.

En esos momentos, cuatro hombres, en dos motocicletas, se acercaron a la camioneta y realizaron tres disparos, uno directamente a la cabeza de David. Los antisociales pensaron que el dinero estaba en una funda negra, junto al conductor, y se la llevaron, pero se equivocaron, porque Francisco tenía el dinero guardado en su pecho.

En medio de la confusión, y mientras más uniformados llegaban al lugar, el cuerpo de David permaneció en el asiento del conductor, que estaba manchado de sangre, mientras que sus familiares no se despegaron de él, cuatro mujeres de su familia le acariciaban el rostro, y le cerraron los ojos.

El dinero retirado correspondía a la jubilación de Francisco después de 40 años de trabajo, con el que habían planeado construir una casa para su hijo y su esposa en Machachi, al sur de Quito, donde residían. Miembros de Criminalística llegaron  al lugar y encontraron los casquillos de las balas disparadas.

José Vinueza, jefe de la Unidad de Homicidios, indicó que los “sacapintas” aprovecharon el momento en que la camioneta fue estacionada. En el sector hay gran afluencia de personas y negocios, incluso funciona una escuela. Al escuchar los disparos quienes transitaban por el sector se dirigieron a las tiendas y almacenes para protegerse. 

Pasado el mediodía, el cuerpo de David fue trasladado hasta la morgue de la Policía para el procedimiento de autopsia. Sus familiares fueron asistidos por los uniformados, pues por la situación varios se desmayaron.

Los casquillos hallados serán analizados en el laboratorio de Criminalística para ver si coinciden con alguna de las armas que están registradas en el sistema.

El oficial recomendó a la ciudadanía que solicite resguardo policial cuando realice retiros de algún banco, porque los “sacapintas” siempre están al acecho.