Sospechosos de negociar a un niño están libres
Dos hombres, de 21 años, que supuestamente negociaban, a través de redes sociales, “el alquiler” de un niño para abusar de él, no fueron procesados y permanecen libres.
Uno de los individuos es Bryan M., el padre de la víctima, quien tiene un año y ocho meses de nacido.
El otro, Ronald Y., que trabajaba en un ciber, ubicado cerca de su vivienda en la primera etapa de la ciudadela El Recreo, en el cantón Durán, provincia de Guayas.
El hecho fue descubierto la noche del 2 de mayo. El fiscal de flagrancia Roberto Franco conoció el caso y comentó que la madre del niño fue quien se dio cuenta.
“La mujer le revisó el celular a su esposo pensando que le estaba siendo infiel y vio una conversación en la que este negociaba a su hijo para que lo abusen sexualmente, entonces llamó a la Policía”.
El fiscal Franco dijo que vio la conversación en la que el dueño del ciber le ofrecía $ 20 por acariciar a su hijo. Sin embargo, el padre decía que mejor sean $ 40.
Además el progenitor preguntaba por cuánto tiempo lo tendría y Ronald respondía que serían 10 minutos, que lo acariciaría, pero que no lo haría gritar ni sufrir, que no lo penetraría.
El padre se justificó diciendo que solo estaba probando hasta dónde llegaba Ronald J. Este último atinó a decir que esa es la forma como se satisface, que solo lo iba a acariciar, o sea lo aceptó, “me lo dijo a mí en la entrevista”, dijo el padre.
La madre de la víctima, en cambio, cuando vio que su esposo sería apresado, reclamó que solo quería que fuera detenido el otro individuo porque después no tendría quien la mantenga.
Franco calificó la flagrancia por el delito de explotación sexual de personas, tipificado en el artículo 100 del Código Orgánico Integral Penal (COIP). El ilícito, cuando es en contra de niños, es sancionado con pena privativa de la libertad de 16 a 19 años.
Pero ni el padre del niño, ni el trabajador del ciber, quedaron detenidos.
La audiencia de flagrancia y formulación de cargos la realizó el fiscal Freddy Toala, quien confirmó vía telefónica que no inició proceso penal en contra de los sospechosos. “La madre mismo dijo que había sido un error, que por celos había hecho eso”.
Nicolás Y., el padre de Ronald, aseguró que todo es mentira, que alguien quiso perjudicar a su hijo. “Yo lo acompañé a la audiencia y dijeron que era falso”.
El progenitor del infante, sin embargo, no negó que ellos habían conversado.
Hasta la mañana de este lunes, el ciber permanecía cerrado y ninguno de los sospechosos estaba en el barrio. Los moradores estaban sorprendidos y no sabían qué creer. (I)