El fiscal general de la Nación, Galo Chiriboga, informó este viernes que las pruebas de ADN confirmaron que los restos exhumados en la Zona 1, sepultura J del cementerio de El Batán, norte de Quito, no pertenecen a los hermanos Restrepo.

"Los perfiles genéticos no corresponden a un hijo genético de don Pedro Restrepo", dijo Chiriboga, quien afirmó que la Fiscalía continuará con las investigaciones en el caso de los jóvenes desaparecidos el 8 de enero de 1988, supuestamente, a manos de miembros del extinto Servicio de Investigación Criminal de la Policía (SIC).

En rueda de prensa, el funcionario recordó que tras la exhumación hecha en diciembre del 2011, el informe forense establecía que los restos óseos pertenecían a una persona de sexo masculino, de entre 12 y 14 años.

"Esa información en su momento dijimos que no era suficiente, pero que era un indicio importante para investigar", agregó el funcionario.

Añadió que tras el pedido hecho en mayo pasado por Pedro Restrepo, padre de las víctimas, se solicitó una opinión adicional al Instituto Forense de la Fiscalía General de Colombia, así como un pronunciamiento sobre los procedimientos aplicados.

"Se realizaron actividades como la inspección del lugar de las excavaciones, revisión de las técnicas utilizadas, así como el laboratorio de ADN de la Fiscalía General", acotó.

Las conclusiones arrojaron que la investigación estuvo "correctamente encaminada", que la diligencia de exhumación de restos se realizó bajo estándares y parámetros internacionales y que el informe emitido por el perito ecuatoriano, Michael Santorum, era técnicamente "sostenible y sustentable".

Chiriboga añadió que posteriormente se pidió al director Ejecutivo del equipo peruano de Antropología Forense, que examine nuevamente los restos. Dijo que esta experticia arrojó que los restos encontrados corresponden a una persona menor a los 14 años de edad.

"Aquí ya hay una diferencia. Este informe establece que la edad de los restos encontrados es de una persona menor a 14 años. El otro informe nos decía que era una persona que estaba entre los 11 y 14 años", puntualizó el Fiscal General. Al momento de su desaparición, Andrés Restrepo tenía 14 años y Santiago 17.

Advierte falta de colaboración de la Policía

En la rueda de prensa, Chiriboga también denunció que solicitó los protocolos de las autopsias de los cuerpos sepultados entre enero y marzo de 1988, pero que la Policía les ha informado que esos documentos "no aparecen", aunque sí hay de años anteriores.

"Sorprende que siga la política de ocultamiento de información. Hay aún en la Policia la política de ocultar información", dijo el Fiscal General.

De su lado, Pedro Restrepo, padre de los desaparecidos, agradeció a las autoridades, pero reiteró que son muchos los sitios donde supuestamente están sus hijos, y por ello se declaró escéptico.

"Queremos encontrar los cuerpos de los niños. Es irregular que en el cementerio de El Batán se permita enterrar los cuerpos sin informes forenses", señaló.