Los cambios de internos de mayor peligrosidad a pabellones de mínima seguridad han desencadenado asesinatos en las cárceles.

Así lo manifestó la ministra del Interior, María Paula Romo, luego de comparecer ante la Comisión de Soberanía, en la Asamblea Nacional, el 24 de julio.

La funcionaria dijo que con la declaración del estado de emergencia, la reubicación de internos fue una de las primeras medidas del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI).

“Muchos de ellos interpusieron habeas corpus (recurso que evita detenciones arbitrarias) y les fue concedido. Los jueces dispusieron que sean devueltos a zona de mínima seguridad”.

Romo indicó que eso ocurrió con alias “Suzuki”, quien fue cambiado a un área de menor control tres semanas antes de ser asesinado en el Centro de Privación de Libertad Regional de Latacunga (Cotopaxi).

En el hecho, ocurrido el 23 de julio, también falleció otro interno: “Bryan”.

Situación similar acaeció con William Poveda Salazar, “El Cubano”, recordó la ministra Romo.

Ella manifestó que el privado de la libertad recibió un habeas corpus cuatro días antes del crimen en el Centro de Privación de Libertad Regional de Guayas.

“No hay esfuerzo suficiente si los jueces impiden la organización de las cárceles”, agregó la ministra.

Pero los incidentes no cesan. La mañana de ayer hubo un amotinamiento en la cárcel El Rodeo, en Portoviejo, capital de Manabí.

La molestia de los internos fue la instalación de inhibidores de señal celular, según el SNAI.

Por los actos violentos, siete internos resultaron con heridas leves. Dos recibieron descargas eléctricas al manipular los cables de las antenas inhibidoras, pero están fuera de peligro.

Además, cinco que escaparon fueron recapturados.

La noche anterior en la cárcel de Turi, de Cuenca (Azuay), se reportó una muerte. Un interno que cumplía condena por asesinato, supuestamente, se suicidó en su celda. (I)