Entrevista / Diego Mejía Valencia / comandante General de Policía
“Queremos que los policías adquieran nuevos aprendizajes”
El nuevo comandante de Policía, Diego Mejía Valencia, se arregla la leva verde de su uniforme mientras dice: “Salgo a España en un ratito para firmar un acuerdo de cooperación con la Policía de ese país, así estoy con el tiempo de complicado”. Se sienta en un sillón blanco frente a su escritorio, a su derecha una vela encendida alumbra tenue a una pequeña imagen de porcelana de la Virgen de Guadalupe. “Soy muy devoto”, confirma en voz alta.
Enseguida Mejía, que cumplió hace poco 36 años de servicio en la institución, manifiesta que su padre fue un inmigrante, “vivió 50 años en Estados Unidos, así crecí con mis tíos y tías”, por eso se refirió a lo importante que ha sido en el desarrollo de su vocación el apoyo de su esposa y sus 3 hijos.
Luego su memoria rememora los días de su graduación como subteniente en 1982, y su asignación al grupo de motoristas. Después lo enviaron con el pase al cuartel de Arenillas, en Santa Rosa, provincia de El Oro. “Viví en carne propia la realidad de la policía de ese entonces, el destacamento era una construcción sencilla, sin habitaciones, la cama era una plancha de cemento donde había que tender el colchón, esto por fortuna en la actualidad ha cambiado”, manifestó.
Por eso Mejía dijo que su aspiración siempre fue llegar a lo máximo, “aunque nunca pensé en ser el comandante general, pero ya que Dios me dio la oportunidad, espero trabajar no solo para el bien de la comunidad, sino también me preocuparé por el bienestar de mis compañeros policías”. Al apuro contestó algunas interrogantes de EL TELÉGRAFO.
¿Cómo piensa mejorar las condiciones laborales de los uniformados?
Estamos pensando ayudar a los compañeros para que puedan acceder a una casa propia, muchas veces los policías esperan salir de la institución para emprender proyectos como los de vivienda, por eso vamos a analizar la posibilidad de que se pueda hipotecar la cesantía y así adquieran una vivienda para sus familias.
Pero los policías muchas veces son asignados a sitios alejados de sus ciudades de origen, ¿cómo arreglar eso?
Trabajamos al momento en un nuevo modelo de gestión para los traslados de los uniformados, a fin de que estén cerca de sus domicilios. Con el nuevo plan que empezará a regir en 2 meses, los pases se efectuarán una vez al año, hay que darle estabilidad al policía.
¿Cómo se organizarán?
Los traslados se realizarán para la región Costa en enero; y en la Sierra se harán en julio. Además, será rotativo, es decir estarán 2 años en su residencia, otros 2 en un lugar cercano a no más de 2 horas de distancia y luego regresarán; no los vamos a alejar de su entorno familiar.
¿Con qué fin se efectuó este plan?
Queremos que el policía adquiera nuevas experiencias, aprendizajes y entienda la realidad nacional, cuando regrese estará nutrido de experiencias, todos estos análisis los hemos hecho técnicamente.
El bienestar implica que estén debidamente equipados. ¿Tienen todos los implementos necesarios?
Hace 2 años empezamos la renovación del parque automotor y esta semana entregaremos 400 patrulleros más, y vamos a adquirir el número de armas necesarias para los nuevos policías. Logísticamente no tenemos problemas, incluso el Ministerio del Interior ha informado que vienen vehículos antimotines, que no teníamos, así como trajes especiales para evitar las agresiones violentas, de las que fuimos objeto hace poco.
No volveremos a tolerar las agresiones, todo tiene su límite y para nosotros es la ley. Todo el mundo tiene derecho a reclamar, pero civilizadamente, con respeto.
Los policías cumplen con la ley y ¿qué pasa con los que cometen delitos?
Es bueno el modelo que comenzamos con la depuración a través de medidas técnicas, como la prueba de confianza, las cuales seguiremos aplicando. Estamos analizando a todos los policías. Esto ha surtido efecto, pero tenemos que trabajar en el ámbito familiar, social, cultural; no hemos visibilizado los problemas que acarrean las conductas delictivas, tampoco se ha enfocado el tema de la familia cuando el policía cae en problemas de corrupción, cuya consecuencia no solo es la pérdida del trabajo sino que puede ser detenido, su familia queda desprotegida, sus hijos, esposa, padres y también la sociedad los marca. Por eso estamos creando un proyecto de concienciación al interior con ejemplos, que vean lo que le pasa al compañero policía que se ha alejado de su misión.
¿Cuál es el delito que más le preocupa?
El involucramiento de uniformados en casos de tráfico de drogas; esto hace un daño completo, tanto a la sociedad como al mismo policía, es un delito que genera otros.
¿La lucha contra al microtráfico es otra de las prioridades?
Tenemos políticas claras, se creó la Subdirección de Narcotráfico, que ha sido reforzada para que tenga toda la capacidad operativa con personal y recursos. En este tema no solo actúa la Policía, sino el Gobierno Nacional que está apoyando; necesitamos de todas las autoridades judiciales, locales, de la ciudadanía con sus denuncias, y con todos ellos erradicaremos este mal.
¿Y cuál es el apoyo de las Fuerzas Armadas?
Toda la región costanera tiene puertos privados que eventualmente podrían ser usados por los narcotraficantes, además las zonas limítrofes son extensas, el control es complicado, pero tenemos a las Fuerzas Armadas con las que trabajamos en conjunto.
Tenemos las coordinaciones respectivas, así como protocolos de acción, con eso no tenemos inconveniente. En estos días nos reuniremos para elaborar más planes localizados como el tema del control de las fronteras en zonas como San Lorenzo, donde actúan las FF.AA. y apoya la Policía.
¿Es necesario incluir a los países vecinos en temas de seguridad y control de narcotráfico?
Tenemos acuerdos con policías e instituciones internacionales como la Ameripol, Europol, acuerdos binacionales con Perú y Colombia especialmente con el cruce de información, por eso logramos detener cargamentos; solo este año ya hemos capturado más de 61 toneladas de alcaloides.
En el exterior, ¿cómo ven a la Policía ecuatoriana?
Estamos en el camino de convertirnos en la mejor institución de la región, las bajas considerables de los principales índices delictivos, así como la tasa de homicidios que acabará este año en menos de 6 por cada 100 mil habitantes han llamado la atención de las policías de otras naciones que llegan a Ecuador para capacitarse. Tenemos el orgullo de que vengan a estudiar en nuestros centros cadetes de otros países; los grupos élites de la Policía tienen un gran prestigio internacional, unidades como la Unase, GIR, GOE, Dinased, han demostrado el profesionalismo de la institución, que lo hacemos por servir a la ciudadanía de la mejor manera. (I)