Profesor acusado de violación fue llevado a prisión
Mónica solicita que los niños de los dos paralelos del tercero de básica reciban evaluación psicológica y médica para verificar si fueron víctimas de un delito sexual dentro del establecimiento educativo, en la vía a Daule, en el norte de Guayaquil.
La madre de familia se mostró preocupada tras la detención de un profesor sospechoso de atacar a cuatro niños, de entre 6 y 8 años, compañeros de su hijo. “A todos nos duele, son pequeñitos que cuentan que los amenazaban con matar a su familia”.
Además, comentó que en el colegio justificaron el hecho diciendo que una madre lo inventó por intereses personales.
La mañana de ayer, el sospechoso acusado de violación quedó con prisión preventiva, pero adicionalmente se lo investigará por otros delitos sexuales. La instrucción fiscal tendrá una duración de 90 días.
El fiscal César Peña indicó que hay otros dos implicados. Uno de ellos escapó el viernes cuando se ejecutó un allanamiento en el plantel. “Esperamos media hora afuera porque la rectora había ordenado que no le abrieran la puerta a nadie”.
Explicó que los padres revelaron que la funcionaria conocía de los casos e hizo lo posible para evitar que denunciaran. “Ella debe saber que las autoridades educativas tienen la obligación de denunciar al conocer la comisión de un presunto delito, según el art. 422 del Código Orgánico Integral Penal (COIP)”.
Ruffo Rodríguez, de la Dinapen, indicó que el día del allanamiento al otro sospechoso “le habían hecho firmar el documento de finiquito de contrato” y confirmó que cuando llegaron a hacer la incursión no los dejaban entrar, por lo que debieron trepar paredes.
Carolina Ruiz, del servicio de atención integral de la Fiscalía de Guayas, tuvo el primer contacto con los menores. Indicó que ellos dijeron que fueron sometidos al mismo tiempo. Que los dos maestros después del receso los llevaron al baño y que uno (el detenido) los grababa y fotografiaba. También que se les reían cuando los obligaban a cometer los actos y los amenazaban. “Manifestaron que les hicieron tomar una sustancia que aún desconocemos, pero que los hacía sentir mareados; además de orine. Presuntamente también hubo violación”.
El abuelo de una de las víctimas, de 8 años, mencionó que su nieto le contó que lo amarraron porque se negó a hacer lo que sus agresores decían.
Otra progenitora relató que notó un cambio en la conducta de su hijo y empezó a indagar qué ocurría y ahí se enteró. Les avisó a los otros padres y llevó a su hijo a reconocer al atacante.
Byron R., hermano del sospechoso, expresó: “Me siento indignado, porque él es inocente. Tiene más de 10 años trabajando en ese colegio y nunca ha cometido un error. A veces las criaturas son manipuladas por los padres”. (I)