Más de tres días pasa sin salir de la casa. Tiene temor.

La vida de Priscila, de 23 años, cambió desde el 27 de octubre de este año. Aunque su madre confiesa que los problemas empezaron hace dos años cuando conoció a Sebastián, de 24 años.

En diciembre de 2016 se hicieron novios. A la primera semana, Priscila recibió un mensaje de texto en su teléfono. Sebastián le pegó.

Luego llegaron flores y disculpas. Priscila le perdonó la primera agresión, pero no terminaron los golpes. “Le decía que era bruta y que había estado con chicas mejores que ella”, cuenta su madre.

Desde agosto de este año vivieron juntos; se mudaron a un departamento por El Batán (norte de Quito).

Priscila quedó embarazada. Sebastián se puso feliz. 

Agresiones en el embarazo
La familia pensó que con esa noticia cambiarían las cosas, pero ese mes Priscila sacó una boleta de auxilio, mas no denunció al hombre, que estudia la carrera de Derecho.

El 17 de octubre estuvo hospitalizada tras una nueva pelea. Tuvo una amenaza de aborto por presuntos maltratos. En el hospital notaron las agresiones y le avisaron a la madre.

Su padre y madre lo sabían. Intentaron que su hija se alejara del hombre, pero no pudieron porque ella quería continuar la relación con él.

El 27 de octubre, Sebastián y Priscila salieron a comer. Luego fueron a un bar,  y Sebastián se pasó de tragos; pelearon. Priscila se fue, pero luego lo llamó. Se encontraron en la puerta del departamento. Él la subió a golpes a un taxi y la regresó al bar.

En la puerta del lugar, le pateó la cabeza, cara y las partes íntimas. La arrastró cuatro cuadras hasta que la ayudaron dos guardias. Lo detuvieron en delito flagrante.

Según el abogado Ramiro Román, Priscila perdió a su bebé a causa de los golpes.  Por ello, según Román, hay un homicidio en este proceso. 

El caso se encuentra en instrucción fiscal en la Unidad Judicial de Violencia de Carapungo. Este jueves, la fiscal Ruth Castillo solicitó la reformulación de cargos.

La jueza España del Carmen Gonzaga aceptó el delito de lesiones con agravantes por afectación en aborto.

El procesado continúa con prisión preventiva y la instrucción fiscal se amplía por 30 días. Se catalogó como un delito autónomo sobre protección de derecho y género.

En noviembre de este año, Eli (32 años) fue también severamente agredida. Raúl Eduardo E. recibió 30 días de prisión a pesar de que le rompió el tabique contra un baño.

La abogada Ana Vera espera que el caso de Priscila no quede impune como el de Eli. Según Vera, hasta noviembre de este año se reportaron 78 femicidios, a diferencia de 2017 que hubo 129 casos.

De enero a septiembre de este año, en la Fiscalía, se presentaron 1.298 denuncias por violencia contra la mujer.

En el sistema de consultas de la Función Judicial no consta el proceso de Priscila. Pero, en contra de Sebastián hay una causa de 2012 por herir y golpear a Ricardo G. (I)