El escándalo por el ataque sexual que sufrieron niños en un baño del colegio réplica Aguirre Abad, en Guayaquil, generó el año pasado una intervención especial por parte del Ministerio de Educación.

Nelson Loor, quien se desempeña como rector desde entonces, comunicó que “hemos reducido los casos de violencia. No hubo hechos dentro del plantel, pero se denunciaron seis agresiones sexuales intrafamiliares. Además 15 eventos de violencia entre pares”.

Añadió que el 100% de autoridades y profesores pasaron por evaluaciones psicosométricas y el 70% fue capacitado en prevención contra violencia. “Se organizaron 55 charlas y círculos restaurativos en los que participaron 1.200 padres de familia y los 1.680 estudiantes conocieron las rutas y protocolos de intervención”.

Destacó que se tomaron medidas en cuanto a las instalaciones, por ejemplo, en los baños se adecuaron puertas que permitan ver el interior y se designaron inspectores por área, en las jornadas matutina y vespertina. Se contrató personal de seguridad y limpieza al que se preparó en protección de derechos.

Así como el colegio réplica Aguirre Abad, durante 2017 y 2018, se intervinieron 13 planteles en Guayaquil, Quito y Manta.

Fander Falconí, ministro de Educación, manifestó que la problemática de delitos sexuales se ha enfrentado con cuatro estrategias: transparencia en la información, acompañamiento de víctimas y sus familias, sanciones a los victimarios (administrativo y judicial) y prevención.

“Hemos acudido por tres ocasiones a la Fiscalía General del Estado y dejado 734 expedientes para que sean investigados y se imponga la sanción bajo el debido proceso”.

El funcionario explicó que cuando ocurre un delito el profesor no es cambiado a áreas administrativas, sino separado del ámbito educativo.

Andrea Burbano, presidenta del comité de padres, mencionó que con representantes de alumnos se unieron para conformar brigadas de seguridad. “En la mañana y en la tarde nos ubicamos en sitios estratégicos (cerca del baño o bar) para velar por la integridad de los niños”.

La alumna Kristel León rescató la importancia de superar los obstáculos, de levantarse de los problemas. “Nuestros derechos fueron restituidos y cada día somos protegidos. Ha vuelto la calma”.

Según Érika Laínez, subsecretaria de Educación de la Zona 8, que comprende los cantones Guayaquil, Durán y Samborondón, se crearon 700 equipos antiviolencia. “Empezamos el 27 de junio a conformar estos grupos con padres de familia, personal del DECE (Departamento de Consejería Estudiantil), docentes y estudiantes. El objetivo es que los casos no se queden ocultos y aplicar medidas”.

Agregó que en Guayaquil hay aún dos colegios intervenidos: Nueve de Octubre y CEBI. En el primero se instauró tras la muerte de una niña que fue agredida en un aula; en el segundo también fue por delitos sexuales.

María Fernanda Porras, subsecretaria para la innovación educativa y el buen vivir, manifestó que desde 2014 hasta 2016 los casos no se denunciaban. “Hubo una creciente en 2017 porque la gente empezó a denunciar los abusos ocurridos en años anteriores y este año la mayoría de las 460 denuncias son del período actual”. (I)