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Padres de Alex Sisalema piden que se aclare la muerte de su hijo

Álex Sisalema Ontaneda, de 29 años, desapareció en Quito el 12 de enero del 2014. Foto: John Guevara / EL TELÉGRAFO
Álex Sisalema Ontaneda, de 29 años, desapareció en Quito el 12 de enero del 2014. Foto: John Guevara / EL TELÉGRAFO
23 de octubre de 2015 - 18:02

La larga espera terminó para los padres de Alex David Sisalema Ontaneda, joven desaparecido y que encontraron sus osamentas en 2014. Sus restos recibieron cristiana sepultura al mediodía de este viernes, luego de ser velado en los sectores de La Roldós, y en Pisulí, al norte de Quito.

Sin embargo, para sus progenitores, Carlos Sisalema y Yolanda Ontaneda, aún tienen un camino por recorrer. La investigación de las circunstancias en las que falleció su hijo Alex David, y encontrar a los responsables.  

El padre lamentó que tomó mucho tiempo la espera para la devolución de las restos, que finalmente les fueron entregados el último miércoles en la morgue, porque se encontraban en el Departamento de ADN de la Fiscalía.

“Mi hijo descansa paz, pero el caso no debe quedar en la impunidad”, manifestó. Carlos Sisalema no oculta su frustración por lo sucedido en la investigación.

Álex Sisalema Ontaneda, de 29 años, desapareció en Quito el 12 de enero del 2014. Ese día manejaba un auto Chevrolet Aveo que le prestó su padre para trasladar a unos familiares. Y no se supo más de su paradero. En ese momento, pasó a la lista de desaparecidos del país. “El auto, que fue reportado como robado, fue encontrado un mes después de su desaparición, pero no detuvieron a nadie, recién nos enteramos de eso, ¿por qué?”, lamentó su padre.

De acuerdo a sus parientes, unas osamentas fueron encontradas en octubre de 2014, y al poco tiempo se hicieron los exámenes de ADN con la madre del joven, cuyos resultados dieron positivo en un 99%.

No obstante, lamentan que tuvieron que esperar casi un año para la devolución de los restos óseos y proceder a su entierro. Su madre Yolanda Ontaneda, recuerda a su hijo de la mejor manera, ahora solo desea encontrar a los culpables, y que se haga justicia.

Álex laboraba como ayudante en el aeropuerto Mariscal Sucre de Quito. Su muerte deja en la orfandad a 3 niños menores de 15, 13 y 6 años respectivamente. Vivía con su esposa Anita Changón en el sector de Pisulí.

Familiares y amigos lo homenajearon este viernes con un video emotivo donde mencionan que fue un gran amigo y que nunca lo olvidarán, hicieron oraciones y acompañaron sus restos hasta el cementerio del Batán. (I)

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