La jueza Mayra Pilco llamó a juicio a Miguel Adolfo A. por el delito de femicidio en contra de su expareja Amelia. La audiencia culminó la mañana de ayer en Quito.

El hombre le propinó 21 puñaladas con un cuchillo en las afueras de su casa, en el barrio de Pisulí, en el norte de la ciudad. El crimen ocurrió el 8 de febrero de 2019.

Luego de cometer el asesinato, el hombre intentó quitarse la vida; sin embargo, sus heridas fueron leves en comparación a las letales que le causó a su esposa.

El hecho fue grabado por  moradores del sector, y esto para la fiscal Alejandra Sigcha será vital en el juicio.

El criterio lo comparte el abogado Luis Guerrero, de la Unidad de Víctimas de la Defensoría Pública, quien representa a Amelia por pedido de su hermano, Antonio Francisco L.

La solicitud la presentó el hermano de la víctima al cierre de la instrucción fiscal, y por ello, no actuaron como acusación particular.

Guerrero señaló que entre las pruebas se contemplan las constantes agresiones que sufrió Amelia. En 2018 la mujer asentó una denuncia en contra de Miguel Adolfo por violencia psicológica.

La jueza Mayra Pilco solicitó que se mantenga la prisión preventiva para el procesado, quien permanece en el Centro de Detención Provisional (CDP) de El Inca. 

También dispuso medidas de arraigo, entre ellas la prohibición de venta de inmuebles y bloqueo de cuentas bancarias.

Además se ratificaron las medidas de protección a favor de los dos hijos que procrearon Amelia y Miguel Adolfo y que ya son mayores de edad. También de la madre y el hermano de la víctima.

La Fiscalía entregó más de 18 elementos de convicción en contra de Miguel Adolfo, entre ellos los informes de la autopsia, el levantamiento del cadáver, reconstrucción de los hechos, inspección ocular técnica, además de la información del celular de la víctima.

En el dispositivo se reflejan las constantes agresiones verbales que sufrió Amelia.

Unos dos meses antes del crimen, ella decidió separarse definitivamente de Miguel Adolfo, con quien convivió 30 años.

Él quería retomar la relación, pero la mujer se negaba. El 8 de febrero el individuo la esperó afuera de su vivienda para atacarla.

Cuando la vio llegar intentó subirla a la fuerza a su auto, pero ella no se dejó. Ante esto, Miguel sacó un cuchillo y la apuñaló.

La progenitora de Amelia vio todo y es la principal testigo en la investigación. “Ves lo que has hecho”, dijo Miguel Adolfo a Amelia al percatarse de su muerte.

El Código Orgánico Integral Penal (COIP) establece una pena máxima de 26 años de privación de libertad por el delito de femicidio.

Sin embargo, la familia de la víctima pedirá que la sanción sea mayor debido a que hubo agravantes, entre ellos el “ensañamiento”.

En el cuerpo de Amelia quedaron 21 heridas que sobre todo afectaron el corazón, pulmón, hígado y otros órganos vitales.

Investigación por crimen de menor se maneja con reserva
La fiscal general del Estado, Diana Salazar Méndez, mantuvo una reunión con la madre de “Carolina”, quien tenía 15 años cuando fue violada y asesinada en Quito.

Su cuerpo fue encontrado en el sector Comité del Pueblo, en el norte de la ciudad.

Salazar se comprometió con la progenitora a dar seguimiento y orientación técnica en todos los casos abiertos por estos hechos.

Por este caso se desprenden tres investigaciones que están en instrucción fiscal: una por violación con resultado de muerte (tres procesados), otra por fraude procesal (dos procesados) y una tercera por trata de personas con fines de explotación sexual (dos procesados).

Por la naturaleza del delito, la investigación se maneja con reserva. (I)