Pérdida de la voluntad y somnolencia para que la víctima no ponga resistencia al ser desvalijada son solo dos de los efectos que se buscan con la escopolamina, una poderosa sustancia psicotrópica de origen natural usada por chamanes para entrar en trance y que ahora sirve para robar. Suministrada en exceso puede causar hasta la muerte.  

Uno de los casos en que se utilizó esa droga para fines delictivos conmocionó a la ciudadanía, el 18 de agosto del año pasado.

Dos amigos se habían reunido a charlar y beber, pero al día siguiente, cuando uno de ellos despertó estaba en la cama de un hospital. No sabía cómo ni por qué había llegado ahí, pero el dolor de cabeza era intenso y sus recuerdos vagos. Luego se enteró de que la última persona con quien estuvo, su amigo Ronald Díaz Veintimilla, de 29 años, había fallecido por sobredosis de escopolamina.

Rolando González pudo soportar los efectos de la droga y salió de la casa de salud solo para recordar que la noche anterior estuvo en la discoteca ‘Junior’, ubicada en la avenida de Las Américas, donde conversó junto a su amigo con dos mujeres que al parecer eran “Dulces Sueños”.

Según la denuncia que González puso en la Fiscalía, el guardia del centro de diversión les recomendó que tomaran un taxi estacionado fuera para que regresaran a sus casas.

Cuando iban por una gasolinera, Ronald empezó a vomitar. Aunque en el escrito no menciona a las féminas, se conoció que éstas los habrían acompañado en el auto y fueron quienes los despojaron de todas sus pertenencias.

Fátima Veintimilla, madre del fallecido, relató en ese entonces que Ronald le había preguntado antes de salir: “mamá, ¿me queda bien este pantalón con esta camisa celeste?”. A lo que ella respondió que sí, pero le pidió que se sacara el reloj que llevaba, pues era muy llamativo.   

Orlando Jácome, jefe de Operaciones del Comando Metropolitano de Policía, indicó que la mayoría de las víctimas de las denominadas “Dulces Sueños” son hombres que frecuentan centros de diversión nocturna o restaurantes.

“Generalmente son pequeñas organizaciones formadas por no más de tres delincuentes encargados de seleccionar a la víctima para confundirla, drogarla y robarle”, indicó
Por tal motivo, recomendó no aceptar cualquier tipo de bebidas de extraños en centros de entretenimiento como bares, discotecas, actos deportivos y culturales.

Asimismo, al solicitar una bebida en un centro nocturno se debe verificar la forma en que es preparada para evitar, precisamente, que sea mezclada con algún tipo de droga.

Si luego de ingerir una bebida la persona tiene sudoración excesiva, visión borrosa  o enrojecimiento de la piel, debe pedir ayuda inmediatamente a su acompañante o a algún conocido. Los casos son más recurrentes por las noches y las madrugadas, los viernes y sábados.

Ernesto Jaramillo, farmacólogo perito de la Fiscalía, menciona que un ataque con psicofármacos potentes, en una dosis elevada, podría llevar a la muerte o dejar trastornos permanentes.

Un mito que la Policía desmiente es que las personas puedan ser drogadas al contacto físico con un papel con droga. Su intoxicación deriva de la ingesta o inhalación, donde tan pronto la escopolamina ingresa al cuerpo tiene efecto inmediato, el mismo que dura de una a dos horas, y se va eliminando lentamente.

La Fiscalía del Guayas receptó 220 denuncias de personas que aseguraron haber sido víctimas de la modalidad “Dulces Sueños” en 2012. Son 40 casos menos en relación con igual período de 2011, según estadísticas del Observatorio de Seguridad Ciudadana de Guayaquil. Los registros de víctimas de psicofármacos en sus propias viviendas son poco frecuentes: once casos se denunciaron el año pasado.

Las estadísticas demuestran que los delitos que más se cometen utilizando escopolamina son el hurto de vehículos, a casas y a personas. En esa lista no figura el abuso sexual, a pesar de que en los reportes de Medicina Legal sobre esos casos es frecuente encontrar coincidencias con esta droga que pone en estado de indefensión a las personas.