Los defensores de los derechos humanos y los activistas de género, bajo la coordinación de ONU Mujeres, se unieron en Quito para impulsar una vez más la necesidad de combatir la violencia al interior del hogar.

En la mañana del viernes fue tendencia en Twitter el hashtag: #por la vida de todas, a propósito de la conferencia de la antropóloga Marcela Lagarde, realizada en la Flacso.

En el encuentro estuvieron unas 200 personas para escuchar la reflexión y los esfuerzos de la legisladora mexicana, quien logró en 2012 que el término femicidio se incluya en el código penal de su país.

La representante de ONU Mujeres, Moni Pizani, dijo en la jornada que “hace un año el femicidio fue incorporado (al Código Orgánico Integral Penal, COIP) en Ecuador, pero falta generar más trabajo en el sector justicia para reducir principalmente la impunidad”.

Enfatizó que la tasa de impunidad en casos de violencia contra la mujer es alta en América Latina, “estamos hablando de un promedio que supera el 90%”.

Pizani resaltó que Ecuador ha avanzado en este campo, “estamos dando todo el apoyo al Consejo de la Judicatura, Fiscalía y Defensoría Pública que han demostrado su interés en la lucha contra este delito, incluso adoptaron hace pocos meses el protocolo de atención a víctimas de violencia”.

Lagarde expuso que la identificación  de  crímenes hacia mujeres es difícil por inexistencia o debilidad del estado de derecho, “la voz femicidio denomina el conjunto de delitos de lesa humanidad que contienen los secuestros y las desapariciones de niñas y mujeres en un cuadro de colapso institucional”.

De los 34 países de la región, 17 han incorporado el femicidio a las legislaciones penales.  

Lagarde hizo una pregunta a los presentes: ¿Cómo las mujeres vamos a lograr nuestros objetivos? “Siendo mayoría”, exclamó.

Aseguró que a las activistas no les interesa la mera sensibilidad por el género, sino que los gobiernos “creen un modelo de igualdad”. (I)