El abusador sexual puede estar en el entorno familiar, considera sicóloga
La pequeña Madelaine fue sepultada en Mocache
La escena del crimen fue limpiada, pero aún así, los agentes de Criminalística de la Policía lograron determinar, en las primeras indagaciones periciales, que en algunos ambientes del domicilio de la víctima había manchas de sangre, lo que contradijo las versiones de sus familiares. Por esta razón, el fin de semana se dictó prisión preventiva contra el padrastro, madre, abuela y tío de Dislaidy Madelaine S.R., de 7 años.
La menor iba a cumplir 8 años en noviembre y como ya había terminado los exámenes en la escuela quería pasar sus vacaciones, junto a sus primos, en Mocache, provincia de Los Ríos. Era un deseo que le había comentado a sus familiares, días antes de que fuera víctima del ataque sexual, que terminó con su vida en el interior de su domicilio, ubicado en la cooperativa 5 de Diciembre, parroquia Pascuales.
Ayer, al mediodía, fue sepultada en esa ciudad en medio del dolor de sus familiares, que viajaron desde Guayaquil con el cuerpo de Madeline para acompañarla hasta su última morada.
Su progenitora Jahaira Rocío S., de 22 años; su abuela Janeth Mariselda R., de 50; y su tío José Luis S., de 18, no pudieron estar en el funeral porque están con prisión preventiva en la penitenciaría de Guayaquil, como sospechosos de la violación y muerte de la menor.
Fabián Isaías M.L. (a) ‘Pollito’, de 36 años, padrastro de la niña Madelaine, quien supuestamente la violó y estranguló, registra una aprehensión por presunto dolo en homicidio, heridas, golpes y lesiones en 1998, según una ficha de detenciones de la Policía Judicial.
Los hechos
En 9 horas habría ocurrido el ataque a la menor, a quien su madre la mandó a comprar papel higiénico y cigarrillos, pero como no volvía fue a buscarla. Luego denunció la desaparición en una unidad policial cerca a su domicilio.
La Policía estima que la niña sí volvió a su casa, y fue allí donde fue abusada y estrangulada, como lo demuestran las huellas encontradas en el cuerpo de la menor. Ella después habría sido bañada e introducida, desnuda, en un saco de yute y abandonada cerca de su domicilio, donde la hallaron unos tricicleros, a las 05:30 del viernes último.
El dueño de la vivienda, donde habitaba la niña fue quien la identificó y al llegar su madre confirmó que era Madelaine. Tras las investigaciones y pericias policiales, los agentes de criminalística, con el uso de Luminol, detectaron rastros de sangre en el pasillo de acceso al domicilio, así como en su interior, pese a que la escena del crimen había sido limpiada.
Las contradicciones en las declaraciones de los familiares dieron pie para que la Policía los detenga. Ellos indicaron que la niña no regresó con las compras, pero en la casa estaba el papel higiénico y los cigarrillos, además de las manchas de sangre que no pudieron explicar. Al parecer sabían lo que había ocurrido y por su presunta complicidad están presos.
El director nacional de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased), Víctor Aráuz, indicó que las investigaciones continuarán en este caso para determinar las responsabilidades de los detenidos.
Abusadores serían allegados
La forma cómo se encontró a la niña hace presumir que el hecho delictivo fue cometido por personas allegadas a ella, en este caso sus familiares, sostuvo Tanya Varela, comandante de Policía de la zona 8 (Guayaquil, Samborondón y Daule).
“Esto es un problema social. Tenemos que llegar a comprender que hay que trabajar mucho con la familia, de la cual nace lo bueno y lo malo, sobre cuáles son las causas que llevan a este tipo de violencia a una persona, que aunque no es su padre biológico, es alguien que la ha criado”, manifestó la oficial.
Para la sicóloga clínica Freya Montenegro, no existe un perfil del violador porque puede estar en cualquier parte y en la mayoría de los casos es una persona conocida: un amigo o familiar y por ello no se denuncia. “Son personas adultas que sienten el morbo de complacerse con una indefensa persona”.
Hay factores que pueden incitar al violador a cometer estos delitos. El más común es sentir su poder sobre otro, donde juega el sentimiento de dominación y humillación. Estas actitudes pueden exacerbarse con el consumo del alcohol y las drogas.
Es aconsejable cuidar siempre a los niños, enseñarles a cuidarse y ser comunicativos, más aún si es un hogar donde hay exceso de alcohol, drogas, violencia física o psicológica, explicó la profesional.
La fiscal Margarita Cordero estima que el 98% de los casos de violación ocurre dentro del círculo familiar a menores de edad y personas con capacidades especiales. El otro 2% sucede en lugares públicos. (I)