La nueva Judicatura asume el reto y ofrece una ley independiente
Tania Arias, Néstor Arbito, Ana Karina Peralta, Gustavo Jalkh y Paulo Rodríguez fueron posesionados ayer como los nuevos vocales del Consejo de la Judicatura en el Pleno de la Asamblea Nacional, acto que presidió el propio Fernando Cordero, quien hizo una pausa a su campaña por la reelección, para la cual había solicitado licencia hasta hoy.
En la misma ceremonia también asumieron los vocales suplentes: Rosa Jiménez, María Dávalos, Carlos Delgado, Marco Antonio Maldonado y Alejandro Subía. El Pleno del Legislativo recibió a los funcionarios, quienes a través de un juramento se comprometieron a cumplir con la Constitución y las leyes de la República.
La posesión se realizó pese a que los legisladores de Sociedad Patriótica, Prian, Pachakutik, Movimiento Popular Democrático y algunos independientes abandonaron el salón del ex Senado, en donde sesionan temporalmente mientras se adecúan las instalaciones del Pleno para que, en mayo próximo, asuman sus curules los 136 asambleístas, pues actualmente solo se ubican 124.
Quienes abandonaron la sesión aseguraron que se trata de un acto simbólico que demuestra su desacuerdo con la designación del nuevo Consejo de la Judicatura, el cual estará seis años en funciones, pero -según ellos- no será independiente del poder Ejecutivo. Y pese a su ausencia, el acto continuó.
Ya fuera del Pleno, Gustavo Jalkh, presidente del nuevo organismo, aseguró que la posesión es legítima porque se enmarca dentro de la Constitución y respetó la decisión de los asambleístas que no participaron del evento. E insistió: “Este es nuevo Consejo de la Judicatura, constituido a la luz de las normas constitucionales y sobre todo del mandato popular del 7 de mayo de 2011. Ahora tendremos que fomentar la institucionalización y mejorar la justicia para los ecuatorianos”.
El nuevo funcionario también reiteró que la organización actuará apegada a la Constitución y a la ley con independencia y eficiencia de la justicia. Y añadió que trabajarán de manera coordinada con el Estado, como manda la Carta Magna.
Los vocales tendrán entre sus responsabilidades: definir y ejecutar políticas para el mejoramiento y modernización del sistema judicial; conocer y aprobar la pro forma presupuestaria de la Función Judicial, con excepción de los órganos autónomos; aplicar las competencias de control, vigilancia y disciplina sobre los órganos judiciales; fortalecer la capacidad e integridad de los servicios judiciales a través de implementar políticas, estrategias y líneas de acción, entre otras.
Tras la posesión, las expectativas frente al rol que cumplirá el nuevo organismo fueron variadas. Uno de los legisladores que criticó al nuevo organismo fue César Rodríguez, quien cree que la designación de sus vocales evidencia que “la democracia ecuatoriana sufre una concentración de poder” y reiteró que su gestión carecerá de independencia del Ejecutivo.
Celso Maldonado, asambleísta de Alianza PAIS, en cambio, asegura que la posesión de los nuevos vocales es la concreción del mandato popular expresado en mayo de 2011, pues rescató el proceso de calificación y selección de los vocales. No obstante, cree que su reto será transparentar y profundizar la justicia en el país. “Gustavo Jalkh está a la cabeza del nuevo proceso de modernización de la justicia. Caminaremos junto a él con el objetivo de apoyar una justicia que favorezca a todos los ecuatorianos”, anotó.
Antes de la posesión, el secretario de la Asamblea, Andrés Segovia, presentó su renuncia argumentando motivos personales. En su lugar, Libia Rivas, prosecretaria, cumplió esa labor. El hecho no afectó el protocolo y los nuevos integrantes del organismo administrativo asumieron funciones.
La primera disposición oficial fue reunirse en las instalaciones del Consejo para recibir el informe de la administración saliente, que durante 18 meses estuvo dirigida por Fernando Yávar, Tania Arias y Paulo Rodríguez (los dos últimos fueron reelectos). Jalkh indicó que empezarán a trabajar de manera inmediata porque será necesario revisar reportes, evaluaciones y temas pendientes, lo cual implicará la recepción de documentos y reuniones técnicas de planificación.
No obstante, entre las prioridades de la nueva administración está la consolidación de la carrera judicial, de la oralidad procesal y la diversificación del servicio de justicia.
Los cinco vocales fueron elegidos de ternas presentadas por el Ejecutivo, el Legislativo, la Función de Transparencia, la Fiscalía, la Defensoría Pública y la Corte Nacional de Justicia, en un proceso de selección que tomó tres meses.