Publicidad

Ecuador, 02 de Octubre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

La mayor ciudad cristiana de Irak aún no supera al Estado Islámico

La mayor ciudad cristiana de Irak aún no supera al Estado Islámico
Foto: AFP
05 de abril de 2017 - 00:00 - Agencia AFP

Cinco meses después de ser liberada del yugo del grupo Estado Islámico (EI) el tiempo parece haberse detenido en Qaraqosh, una de las principales ciudades cristianas de Irak, sumida en el abandono.

Sus amplias avenidas están vacías y sus jardines descuidados. A veces pasan coches a exceso de velocidad, pero muy pocos se detienen en la carretera que une las dos grandes ciudades del norte del país, Mosul y Erbil.

Qaraqosh fue “liberada” en octubre tras sufrir dos años y medio de ocupación yihadista, que la conquistaron durante su gran ofensiva de 2014.

El EI se cebó especialmente contra los edificios de Qaraqosh, conocida también bajo el nombre de Hamdaniya o Bajdida, por ser una de las más importantes ciudades cristianas de Irak.

Los yihadistas tumbaron campanarios, rompieron íconos y dañaron crucifijos, como el del muro exterior de la Iglesia Católica siríaca de los Santos Behnam y Sarah.

La iglesia María al Tahira fue devastada y su fachada aún presenta pintadas con la bandera negra del grupo extremista, así como amenazas. “Sin el Estado del islam no habrá seguridad ni paz en Irak o en Siria”, proclama uno de los mensajes, en un pilar de mármol.

El patio de la iglesia ha sido transformado en campo de tiro. Centenas de casquillos se acumulan en el suelo, cerca de una pila de partituras musicales.

Ante ese panorama, Aram Saqt  tiene el corazón roto. “Toda mi vida estaba aquí y era feliz”, dice el joven, de 24 años. “Siento más que tristeza, estoy destruido”, asegura, mientras camina por la nave de la iglesia, ennegrecida por el humo.

Regreso imposible

Las calles de Qaraqosh están ocupadas por miembros de las Unidades de Protección de la Planicie del Nínive (NPU), una pequeña milicia cristiana a la que pertenece Aram.

Pero aunque la seguridad está garantizada, los habitantes afirman que un retorno a la normalidad es imposible por falta de servicios de base y de medios necesarios para reparar sus casas.

“Debería haber agua, electricidad, alcantarillas, seguridad”, exclama Imama Behnan, que vive en Erbil con su familia.

Cuando huyó en 2014 pensó que el exilio sería breve. “Limpié la casa (...), cerré con llave y me fui. Pensábamos que sería por un día o dos. Ahora se cumplen tres años”, dice, sollozando.

El vacío dejado en la ciudad revela los desafíos económicos, sociales y políticos a los que se enfrentan las autoridades iraquíes en las localidades liberadas del EI.

Los habitantes de Qaraqosh dicen además ser víctimas del diferendo territorial que opone la región autónoma kurda de Irak al gobierno central. Acusan a las fuerzas kurdas de impedirles retornar a sus casas para reforzar así su control sobre la ciudad.

Los kurdos “quieren tomar esas zonas pues pertenecen a los cristianos y son estratégicas entre Erbil y Mosul”, lamenta Jamil Salahedin al Jamil, nacido en Qaraqosh y miembro de las NPU.

Pero el viceministro del Interior del gobierno regional kurdo rechaza estas acusaciones. “Esperamos que los desplazados puedan volver a sus casas lo más rápido posible. No les ponemos ningún obstáculo”, dice  Jalal Karim.

Afirma que “los ayuda y alienta a volver a sus casas” aunque, reconoce, algunos no pueden hacerlo por “las minas y las bombas en la zona”.

Pero muchos habitantes no están convencidos, y consideran que no tienen dónde ir. Como Jamil, que emigró a Francia, después de pasar años defendiendo la presencia cristiana en Irak. “Tenía esperanzas y sueños. Pero ya estoy harto. ¿Por qué el amor de un país debe ir en una sola dirección?”, lamenta.

El resto del país sufre casi los mismos problemas que Qaraqosh. Mosul, por ejemplo, ya fue liberada del EI, pero la segunda ciudad del país aún no se recupera. (I)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media