“La depuración es un elemento fundamental”
El Código Orgánico de Entidades de Seguridad Ciudadana entregado a la Asamblea forma parte de un conjunto de acciones y de la construcción de políticas públicas enfocadas a fortalecer la institucionalidad de la Policía Nacional.
El ministro del Interior, José Serrano, explicó que este rol orgánico determina claramente la función del policía en materia de seguridad ciudadana. El apoyo de investigadores civiles, y un sistema de protección pública para que la Policía se dedique únicamente a la seguridad desde un rol preventivo e investigativo será fundamental.
Este año, también, se anunció el uso del Sistema de Análisis del Delito, al que se le ha incorporado una herramienta tecnológica que permite hacer un cruce de información, es decir se podrá focalizar y localizar en qué lugar se cometen los delitos.
A partir de ahí se hará el análisis para determinar quienes deben actuar, incluyendo a los gobiernos locales que comúnmente están ausentes en este ámbito.
¿Qué tan sujeta está la Policía Nacional al poder político?
En la construcción de una institucionalización, es complejo establecer esto, lo fundamental es concretar la transformación de la Policía lo más rápido posible. Un policía se debe a los ciudadanos y su función es ser ejecutador de las políticas que impone el Gobierno central.
¿Qué candados tienen el Ministerio del Interior y el Gobierno sobre la Policía para que no vuelvan a ocurrir hechos como los del 30 de septiembre?
No son los candados que debemos tener como Gobierno, sino los candados que debemos tener como sociedad. La manipulación que se dio el 30-S refleja la situación critica que atravesaba una Policía vendida a menos, lo que determinó que sea manipulada.
Los candados que se tienen son contar con una Policía que no sea un estado dentro del Estado, la Policía tenía una autonomía que ni siquiera la tenían otras funciones del Estado. En ocasiones, si la Policía no quería, simplemente no interactuaba con la propia Función Ejecutiva.
¿Qué perdió la cúpula policial desde que está bajo el mando del Ministerio del Interior y cómo asumen la depuración los uniformados?
La Policía al ser una instancia que ejerce la gestión de seguridad ciudadana, bajo las políticas y rectoría del Gobierno central, ha ganado una posibilidad de recuperar prestigio, confianza e institucionalidad. Debe quedar claro que la institución del orden no podía ser un ente que maneje temas administrativos y que al mismo tiempo maneje la seguridad ciudadana.
El proceso de gestión se había convertido en un círculo vicioso que se tuvo que romper para fortalecer la institucionalidad. Además, sus jerarquías deben estar dadas en el plano de su gestión. Uno de los temas fundamentales es cómo la Policía asumió los cambios antes del 30-S. Es claro que hay un proceso de depuración.
Es así que el comandante general y la cúpula están conscientes de que la depuración es un elemento fundamental y los mandos están claros en que eso debe hacerse.
¿Cómo se trata el hecho de que los policías vinculados a bandas delincuenciales se mantengan en la institución a través de órdenes judiciales?
Este es un tema crítico, en todos los niveles es materia pendiente, sin embargo, estamos llevando a cabo una revisión exhaustiva de los expedientes. Son cerca de 400 policías que a través de fallos judiciales han regresado a trabajar a la institución. Una de las cosas que se debe evitar, es que las oficinas de los jueces se conviertan en tienda de alquiler y venta de un producto. La justicia, con el comandante general, Asuntos Internos y la Inspectoría de Policía, estamos trabajando en un planteamiento que en las próximas semanas se hará conocer.
¿Cuál es su diagnóstico a cerca de la seguridad a nivel nacional?
La generación de hechos violentos en el país llaman la atención a nivel nacional, sin embargo es necesario notar que existe una reducción del 11% en los delitos de homicidios y asesinatos, específicamente en Quito y Guayaquil, en donde bordean el 15% y 19% de disminución.
Uno de los aspectos más preocupantes es la actuación de las bandas que tienen más saña al actuar, por eso es que se está haciendo un trabajo de inteligencia, pues no es el hecho coyuntural al que debemos atacar, sino a las raíces, y en ese sentido se hace un trabajo previo para determinar como operan, en donde operan y quienes forman parte de las bandas delictivas. No nos podemos basar en realizar capturas individuales, esa no es la solución.
¿Hasta cuándo permanecerá la política de los más buscados?
Esta medida se mantendrá únicamente hasta que se vean jueces que procesen sus casos en materia penal y juzguen a los responsables de hechos delictivos de manera adecuada y contundente. A partir de ahí, se irá disminuyendo la campaña, pero mientras hayan delincuentes prófugos de la justicia desde hace 8 ó 9 años, con procesos inconclusos, no pararemos.