Carolina Astudillo manifiesta su perdón contra operadores de justicia que llevaron su caso
Carolina Astudillo, exsecretaria del estudio jurídico de Carlos Pareja Cordero, manifiesta su perdón contra operadores de justicia que la mantuvieron en prisión 19 meses acusándola de un delito inexistente.
El sentimiento de venganza contra los operadores de justicia por el supuesto cometimiento del delito de lavado de activos no cabe en el corazón ni en la mente de Astudillo, exsecretaria del estudio jurídico de Carlos Pareja Cordero, exsecretario particular del extinto presidente del Ecuador, León Febres-Cordero Rivadeneira.
Astudillo, de 56 años, fue vinculada por la Fiscalía y detenida en diciembre de 2016 por el presunto delito de lavado de activos, y casi un año después declarada culpable por el Tribunal Penal de Durán, integrado por los jueces Abraham Cheing, Fabián Marmol y Manuel Armas.
Contra estos tres magistrados, el abogado Carlos Sánchez Gaete, defensor legal de Astudillo, planteó el mes pasado una queja con pedido de destitución ante el Consejo de la Judicatura (CJ) transitorio. "Este proceso penal (contra Carolina Astudillo) fue un montaje del correísmo para emprender una persecución política contra Carlos Pareja Cordero", manifestó Sánchez.
Con un semblante sereno, Astudillo denunció presiones por parte de los investigadores policiales que la interrogaron cuando fue detenida para que firme una declaración culpando del delito que se le atribuía a Pareja Cordero, quien para entonces también se encontraba prófugo en Perú, donde la justicia de ese país lo detuvo y luego lo liberó, permaneciendo ahora como refugiado junto con su hijo Carlos Pareja Dassum.
"En primer lugar, no podía creer lo que estaba viviendo, no entendía la situación que se estaba presentando... yo les decía que era inocente... estaba confundida, presionada", aseguró Astudillo, quien se presentó ante los medios de comunicación en Guayaquil la mañana de este viernes 3 de agosto, junto con su esposo, Francisco Martínez.
Para el abogado Leonardo Stag, quien también la defendió legalmente, la detención de Carolina tenía como objetivo destruir su conciencia para que acusara de un delito inexistente a su jefe.
La mujer recordó que durante su encierro pudo corroborar la existencia de muchos detenidos por delitos inexistentes y sin pruebas.
"En este tiempo me perdí el matrimonio de mi hija y la graduación de mi hijo... ahora estoy libre físicamente, pero mentalmente aún sigo presa", lamentó Astudillo, quien sufre de cáncer de piel.
Una demanda contra el Estado por parte de Astudillo está en análisis. (I)