La equinoterapia alivia discapacidades y cambia vidas
La mañana de ayer se inauguró en el club ecuestre La Herradura, en el cantón Durán, la tercera edición del programa policial “Cabalgando por la Vida”.
Esta iniciativa busca mejorar la vida de niños y adultos con discapacidades a través de la equinoterapia. Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo de la general Tannya Varela Coronel, comandante de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón) de la Policía.
Varela ofreció un especial agradecimiento para los gendarmes que a más de su formación regular, invirtieron su tiempo y dedicación para especializarse en esta labor.
Resaltó el trabajo de las fundaciones de ayuda a personas con discapacidad, las cuales facilitan el acceso a este servicio a quienes más lo necesitan. También intervino el capitán Cristian Granja, jefe de la Unidad de Equitación y Remonta (e) de la Zona 8, quien explicó que son ocho los equinos especialmente entrenados para estas terapias.
Recordó que la Policía ofrece hipoterapia desde el año 2006, pero que en 2016 -gracias a la iniciativa del Ministerio del Interior- se cristalizó el proyecto “Cabalgando por la Vida”.
Entre los beneficios que los paseos a caballo logran en las personas con discapacidad están mejorar sus habilidades motrices y sociales. “El calor corporal y el paso del caballo les permite aumentar la movilidad en sus extremidades. Además, su movimiento multidimensional activa las neuronas, lo que mejora la capacidad para comunicarse y relacionarse con otras personas”.
Resaltó que la equinoterapia tiene la misma eficacia tanto en niños como en adultos y que 214 personas de ocho fundaciones reciben este soporte en la actualidad.
Los requisitos para realizar las terapias son que un médico faculte al individuo para montar y certifique el diagnóstico del tipo de discapacidad. También deben llenarse dos fichas y entregar copia de cédula y dos fotografías del beneficiario.
Las terapias se dan de lunes a viernes, de 08:00 a 12:00, y de 14:00 a 17:00.
Como parte de la inauguración se realizó un desfile de los caballos utilizados para esta labor, los cuales eran montados por niños de las diferentes fundaciones.
Jordana Fernández, de ocho años, es una de las niñas del programa. Ella sufre de síndrome de Down y hace seis años realiza sesiones de equinoterapia.
Mónica León, su madre, explica que este tratamiento le ha permitido desenvolverse mejor en el día a día y le ha brindado más autonomía. “Ha mejorado en su equilibrio, ahora tiene mayor estimulación social y acercamiento con los animales. Le gusta estar cerca de perros, gatos, caballos”.
Ponderó que cuando comenzó con la hipoterapia el primer cambio visible fue el incremento en la denominada “motricidad gruesa”, la cual permite realizar acciones cotidianas como caminar, sentarse y levantarse. “Ella recién empezó a caminar a los dos años cuando se inició con la terapia, ahora tiene mayor fuerza en sus piernas y camina sola sin dificultades”, explicó sin despegarle la mirada.
Añadió que la equinoterapia también le ha permitido establecer una rutina en su vida y a crear relaciones sociales con otras personas. “Ella sabe que todos los martes le toca venir a los caballos, eso la emociona, sabe que vendrá a montar, a alimentarlos y cuidarlos junto con los otros niños con los que se lleva muy bien”.
El acto también contó con la presencia del vicepresidente Otto Sonnenholzner, quien felicitó a la Policía por esta labor altruista. “Los caballos hacen milagros, hacen que el que no camina, camine; que quien no tenía capacidad de socializar la desarrolle. Son animales maravillosos”, expresó.
Al finalizar su discurso aseguró a los directivos de la Policía que cuentan con todo el apoyo del gobierno del presidente Lenín Moreno, quien entiende la trascendencia de estos programas. (I)
El vicepresidente Otto Sonnenholzner escuchó las necesidades de los familiares de personas con discapacidades. Foto: César Muñoz / El Telégrafo