“Hay que mejorar aún la capacidad de investigación”
Más de un año ha pasado desde que Galo Chiriboga fue reconocido como el mejor puntuado (86 sobre 100) en el concurso convocado para designar al nuevo líder de la Fiscalía General del Estado. Así fue posesionado en el cargo, el 19 de julio de 2011, ante el pleno de la Asamblea Nacional.
Desde entonces, el mejorar las técnicas de investigación, garantizar una atención inmediata a las víctimas de delitos y promover acuerdos internacionales para cerrar el paso al crimen organizado son algunos de los objetivos primordiales del funcionario.
Tras un año de su gestión, en entrevista con El Telégrafo, el Fiscal General del Estado decidió comentar algunos de los logros que en el camino ha obtenido y las aspiraciones que aún faltan por cumplir.
¿Qué se implementó en la Fiscalía que usted recibió?
La Fiscalía ha tenido una importante trayectoria, sin embargo no se ha adecuado para enfrentar la modernidad del cambio, si bien es cierto se ha dotado de infraestructura, en muchos casos se carecía de servicios que los ciudadanos demandaban. Ahora nos enfocamos en la capacitación técnica de los fiscales, sobre todo en temas relacionados al manejo de investigación criminal. Sobre esto hay poco, lamentablemente, hay que mejorar la capacidad de investigación en el área de Criminalística, no solo de fiscales, sino también de los agentes policiales.
Cuando asumió su cargo dijo que la Fiscalía dejaría de lado el discurso y se convertiría en una institución netamente investigativa. ¿Lo ha logrado?
Hemos dejado esa actividad puramente propagandista de salir a inaugurar cosas o edificios, cuando lo que queremos es poner en funcionamiento servicios. Una diferencia con el pasado, es que la Fiscalía ahora está presente en las cortes debatiendo los temas jurídicos.
¿Cuáles son los retos ahora?
Necesitamos revisar la actuación de los fiscales. También es importante abrirse hacia la cooperación internacional, pues las infracciones más graves en el país tienen vinculación con organizaciones criminales de fuera. Estamos trabajando en la iniciativa de una Corte Penal de Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) y, adicionalmente, en un proyecto que permita tener una sala especializada de carácter nacional a la que lleguen los temas de sicariato, tráfico de estupefacientes y delitos graves en los que fiscales y jueces suelen verse atemorizados.
¿Cómo ve el narcotráfico en el Ecuador, frente a los anuncios de la ex cúpula militar sobre una penetración peligrosa?
Los militares han anunciado lo que la Fiscalía viene diciendo y evidenciado, la fuente de la que se nutre es de información presentada por los militares, no es otra que la Fiscalía. Por lo tanto creemos que el narcotráfico, tráfico de armas, entre otros, son delitos manejados por organizaciones criminales, por eso es necesario tener buenas relaciones con México, Estados Unidos, Brasil, que nos pueden ayudar a combatir el crimen.
No minimizamos el tema. Es un problema en el que hay que estar alerta para que no prospere y se apodere de regiones, ciudades o barrios, porque cuando eso ocurre se desplaza al Estado de Derecho y se consolida el crimen organizado.
Avanzamos en temas de narcotráfico y persecución de bandas organizadas en Esmeraldas, Pichincha y Manabí.
¿Qué tan avanzados están los casos de la Comisión de la Verdad?
Hasta la fecha las investigaciones de los 133 casos de lesa humanidad tienen un avance del 70%. En el caso Restrepo hemos recibido una opinión técnica del Instituto Forense de Bogotá sobre el peritaje antropológico. Espero que hasta finales de año se realicen instrucciones fiscales por otros casos.
La semana pasada tuve una reunión con el Ministro de Defensa y el Comando Conjunto de la Fuerzas Armadas para insistir en información que la Fiscalía ha requerido y que aún no es entregada. Les informé de la disposición de un juez de la Corte Nacional, de que se levante la reserva sobre esos documentos.
¿Con que países se trabaja en temas de cooperación?
Concretamente con Perú, en temas de control de armas, y con Colombia, en la creación de una frontera más segura relacionada a temas delictuales que nos afectan.
Trabajamos en lo que concierne a trata de personas, tenemos un estudio que evidencia la gravedad del delito, mujeres y niños son traídos desde Colombia para ser traficados en Ecuador.
¿En qué cosas el Fiscal no está satisfecho por lo conseguido?
La Policía hace un trabajo importante. Sin embargo, en materia de investigación criminal hay déficit. Un ejemplo fueron las siete personas apresadas por el robo al centro comercial Quicentro Sur, personas que no tenían nada que ver.
He pedido a la Policía que tome con mayor reposo las investigaciones, las presiones que pueden ejercer los medios de comunicación en estos casos es explicable, pero eso no debe llevar a cometer errores.
¿Cuántas personas están en el Sistema Nacional de Protección de Víctimas y Testigos?
Existen 4.230 testigos protegidos en el país, pero somos autocríticos, creemos que no se está operando bien, hay que profundizar en la eficacia, no solo dar la protección física y policial de esas víctimas, sino en casos graves, sacarlos del país. Estoy trabajando en un convenio con Colombia, para que en casos graves trasladarlos.
Deberíamos avanzar en la posibilidad de cambios de identidad, eso demanda cooperación internacional para que organizaciones criminales no puedan identificarlos de ninguna manera.
¿No le parece delicado incluir a Vicente Cedeño como testigo protegido en el caso Quinsaloma? ¿Cree ciegamente la Fiscalía en este testigo?
La Fiscalía no cree ciegamente en nadie más que en los elementos procesales, de lo que se lo acusa a Cedeño aún no se han encontrado elementos que lo inculpen, sus armas tenían permiso, y se comprobó que no fueron disparadas, eso no quiere decir que no sigamos investigando. Tenemos que tener mucho cuidado en que el eje jurídico siga manteniéndose en la Fiscalía y no pase a ejes mediáticos.
¿Qué le falta a la Fiscalía?
Nos falta tratar de mejor manera la atención del delito, mejorar la tecnología, ser más autónomos, tener laboratorios, contar con especialistas en investigación criminal y contar con más legistas que analicen el hecho más allá de lo criminal.