La antigua Cárcel Municipal de Guayaquil, un inmueble que se ubica en las calles Julián Coronel y Baquerizo Moreno, en el centro de Guayaquil, es una edificación que tiene 127 años y que funcionó hasta mediados de la década del 50, cuando sus puertas se cerraron y los presos fueron trasladados hasta la actual Penitenciaría del Litoral, ubicada en el kilómetro 16 de la vía a Daule.

Actualmente la propiedad pertenece al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), luego de que en 2009 el convenio de préstamo (comodato) a  la Universidad Católica -el cual se dio con fines educativos y de cultura por casi 50 años- terminara por vía unilateral.

El Gobierno Nacional ha manifestado su interés en remodelar este edificio, que en 2004 tuvo ciertas adecuaciones físicas en la fachada -por el tema de la regeneración urbana- por parte de la fundación municipal Guayaquil Siglo XXI.

En esa fecha se anunció que una vez reconstruido, las instalaciones servirían para proporcionar asesoría jurídica, capacitación microempresarial, atención médica y dental, servicios de apoyo familiar, psicológico, de mediación y agricultura urbana. Sin embargo, eso nunca se dio.

El responsable de su construcción fue el italiano Rocco Queirolo Pinasco, quien arrancó con la obra en 1886 y la desarrolló en dos etapas, ya que fue uno de los edificios afectados por el gran incendio de 1896 que asoló la ciudad, en el que quedó parcialmente destruido.

“El valor arquitectónico de ese inmueble radica en que se trata del primer edificio de mampostería, es decir, la primera obra habitada que se construyó con cemento en la ciudad y una de las primeras en el país”, indicó Florencio Compte, decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil y estudioso de la historia y edificaciones de la ciudad.

En 2011 el edificio fue declarado como uno de los bienes patrimoniales de la ciudad por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC).

Según el director de la Regional 5 de esa institución, Esteban Delgado, el inmueble, al igual que varios edificios patrimoniales de la ciudad, formarán parte de un proyecto educativo que realizará el Ministerio de Cultura a nivel nacional.