Gerente acusado de continuar estafas a pesar de sentencia

La publicación de una propaganda en el periódico sobre la venta de acciones para la adjudicación de rutas turísticas llamó la atención de Marcia Estrella. Anotó la dirección que aparecía en el clasificado ofertado por la empresa Contactrans.

Al día siguiente llegó a la intersección de la avenida América y Cuero Caicedo, en el norte de Quito. La secretaria del lugar, que se identificó como Rosario, la recibió muy amablemente y le explicó que debía cancelar 3.500 dólares para ingresar a la empresa como socia, luego de lo cual le entregarían legalizada la adjudicación de una ruta para llevar turistas.

Luis G. se presentó como directivo de la empresa y le comentó sobre las ventajas de entrar a la compañía. Le indicó que para obtener la adjudicación de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) debería tener un vehículo tipo buseta marca Hyundai H1 nuevo y ponerlo a nombre de la empresa, por eso la necesidad del pago para que constara como socia activa, a cambio de lo cual recibiría 2.000 dólares al mes.

La mujer consultó con su familia y como todos coincidieron en que se trataba de un buen negocio, decidió seguir el trámite, por lo que a principios de junio del 2013 pagó la cantidad exigida, después acudió a un concesionario para efectuar el trámite de compra del carro.

Sin embargo, para financiar el vehículo tenía que presentar los papeles de la empresa, así como el documento de la adjudicación de ruta legalizado por la ANT; pero al acudir a la compañía nunca le entregaron nada, por eso pidió el dinero de vuelta, el cual hasta el momento no le entregan.

Algo similar le sucedió a Luis Aguirre, quien después de pagar los 3.500 dólares incluso acudió a las reuniones de socios, que eran dirigidas por Luis G.; en su caso entregó a Contactrans una camioneta Chevrolet Dmax 4x4 a los 3 días de comprada.

“El primer mes me pagaron 1.500 dólares, pero después ya no me dieron nada”, comentó atribulado. Luego de 6 meses pudo recuperar su vehículo, el cual, según explicó, devolvieron en malas condiciones.

Por tal motivo decidió denunciar a la compañía junto a otras 15 personas en su misma situación. Solo entonces se percataron de que Luis G. estaba sentenciado a 2 años de prisión por el delito de estafa.

El Tribunal Noveno de Pichincha el 2 de agosto del 2012 encontró culpables del delito de estafa a Luis G., Florencio M. y Santiago N., quienes fungían como directivos de Contactrans, los cuales fueron acusados de engañar a las 3 personas que les siguieron un juicio, ya que habían entregado más de 10 mil dólares cada uno a cambio de asociarse a la empresa con el objetivo de obtener adjudicaciones para operar en rutas turísticas, que al final nunca recibieron.

Los sentenciados presentaron un recurso de apelación, que está en trámite, para evitar la prisión, por lo que siguieron en libertad y al parecer el principal implicado, Luis G., continuó realizando la misma actividad que le provocó la condena.

En esta circunstancia otras 15 personas pusieron este año la denuncia en la Fiscalía ya que, según aseguran, fueron engañadas por la empresa Contactrans.

El pasado 15 de febrero, por orden de la Fiscalía, se realizó un allanamiento de las oficinas donde fueron detenidas 4 personas: 3 empleadas y el supuesto gerente de la empresa.

En la audiencia de flagrancias la Fiscal acusó a los detenidos de estafa y solicitó prisión preventiva. El Juez ordenó el inicio de la indagación fiscal por 90 días, pero dictó medidas sustitutivas a los sindicados.

Ramiro Ch., quien fue nombrado gerente de la empresa y detenido durante el operativo, señaló que también fue estafado: “Conocí a Luis G. luego de que acudí a la oficina para preguntar sobre el anuncio publicado en el periódico, al llegar me pidió 3.500 dólares para ser socio, como no tenía le entregué 500 en efectivo y le di una motocicleta como parte de pago”.

El hombre contó que en agosto del año pasado Luis G. le dijo que le colabore para poner su nombre como gerente de la compañía ya que era un requisito para hacer los trámites de adjudicación en la ANT, lo cual aceptó pensando que eso ayudaría a obtener los permisos.

Por eso se sorprendió cuando lo detuvieron. “Yo no sé nada, nunca recibí dinero, perdí mi vehículo y el dinero, no sé qué pasa”, comentó casi llorando.

Datos

En 2010 Contactrans legalizó su creación en la Superintendencia de Compañías, así como el permiso del SRI como empresa de transporte turístico. Cuenta con 121 socios registrados.

El principal de la Compañía, Luis G., fue sentenciado en el 2012 junto a Florencio M. a dos años de prisión, mientras que Santiago N. a un año y el pago de 24 mil dólares de indemnización a favor de las 3 personas que siguieron el juicio por el delito de estafa.

A raíz de las últimas denuncias fue detenido y permanece en prisión, los otros dos sentenciados continúan libres.