Los exagentes de inteligencia, Diana Falcón y Raúl Chicaiza esperan salir en libertad en cuestión de días o a más tardar semanas.

El pasado 14 de marzo, el tribunal penal de la Corte Nacional de Justicia (CNJ), integrado por los jueces Miguel Jurado (ponente), Sylvia Sánchez y Édgar Flores, sentenció a Chicaiza y Falcón.

La pena acordada por unanimidad fue de nueve años de prisión, por ser autores del delito de plagio al político Fernando Balda, hecho ocurrido el 13 de agosto de 2012 en Bogotá, Colombia.

Sin embargo, debido a la colaboración eficaz a la que se sometieron los dos exagentes, la sanción se les redujo a un año, nueve meses y veintidós días de reclusión menor.

El 19 de marzo 2018, los dos fueron detenidos -en ese entonces- por la presunta participación en el operativo para el secuestro del político.

Desde ese día se toma en cuenta la sentencia, es decir que ya han cumplido un año seis días de cárcel y les restaría nueve meses y 16 días.

La defensa de Falcón y Chicaiza se encuentra a la espera de que el Tribunal Penal emita el fallo por escrito y se ejecute la pena. Es ahí cuando tiene previsto solicitar que se acoja a los sentenciados a un régimen semiabierto (prelibertad) y con ello puedan salir de la cárcel.

“Tienen el tiempo cumplido para acogerse a un régimen semiabierto y salir”, dijo a la prensa Diego Chimbo, abogado de los dos exagentes.

No obstante, aclaró que, para acceder a ese beneficio y presentar el pedido respectivo, necesita que se ejecutoríe la sentencia.

Lo que dice la Ley

En el Código Orgánico Integral Penal (COIP), que entró en vigencia el 10 de agosto de 2014, no se reconoce la figura de la prelibertad, como se estipulaba en el Código de Ejecución de Penas, del antiguo Código Penal.

La prelibertad permitía a las personas sentenciadas acogerse a ese beneficio una vez que hayan cumplido al menos dos quintas partes de la condena, es decir el 40%.

El COIP vigente creó tres regímenes: cerrado, semiabierto y abierto.

El régimen cerrado se cumple dentro de prisión y durante esta etapa se hace un plan individual para acceder al semiabierto, que equivale a la prelibertad.

Para acceder al semiabierto, el detenido debe haber cumplido al menos el 60% de la pena. El resto lo cumple fuera del centro y con un dispositivo de vigilancia electrónica. Mientras, para acogerse al régimen abierto el reo debe haber cumplido al menos el 80% de su pena.

Chicaiza y Falcón apuntan al régimen semiabierto porque están por cumplir el 60% de la pena impuesta.

Según el artículo 698 del COIP, “es el proceso de rehabilitación social de la o del sentenciado que cumple con los requisitos y normas del sistema progresivo para desarrollar su actividad fuera del centro de ejecución de penas de manera controlada por el organismo técnico”.

Esta forma de prelibertad que buscan los dos exagentes no tiene oposición de la contraparte del proceso por el que fueron sentenciados.

Eduardo León, defensa de Balda, hizo énfasis en la colaboración que prestaron los exagentes para descubrir cuál era la cadena de mando que se usó para que se realice el secuestro de su cliente. Se espera que en estos días el tribunal notifique por escrito la sentencia. (I)

El caso Balda
Seis fueron los implicados
Los exagentes Diana Falcón, Raúl Chicaiza y Jorge Espinoza; el exdirector de Inteligencia de la Policía Fausto Tamayo; el exsecretario de Inteligencia Pablo Romero y el expresidente Rafael Correa fueron los sospechosos investigados.

2 fueron liberados de culpa, según el dictamen abstentivo que emitió la Fiscalía. Ellos son: Jorge Espinoza y Fausto Tamayo.

Cuatro llamados a juicio
Chicaiza y Falcón fueron enjuiciados y sentenciados. Para Correa y Romero el juicio se suspendió por estar prófugos.