La Policía Nacional ejecuta un proceso para evaluar a sus miembros, pero aclara que no hay una persecución, y que el fin es mantener la integridad de la institución y elevar el nivel de credibilidad en la ciudadanía.

Al momento se efectúan trabajos de socialización con los agentes del orden para despejar cualquier inquietud, conforme al cronograma de actividades que está en marcha desde enero de 2014.

Esta tarea se realiza a nivel nacional y está previsto que en 2017 culmine la evaluación de los 44.000 gendarmes.

El proceso incluye pruebas con polígrafos, exámenes toxicológicos, psicológicos, con los que se determina si hay personas que consumen drogas o alcohol. Además, implica un análisis socio-económico que, a su vez, comprende un inventario de los bienes, para descartar aumentos injustificados de los patrimonios.

Fabián Solano de la Sala Brown, inspector general de la Policía Nacional, informó que al momento de seleccionar nuevos elementos se ejercen valoraciones rigurosas, pues deben cumplir con un perfil de transparencia y honestidad.

Entre los objetivos constan erradicar cualquier tipo de corrupción y evitar que se infiltren malos policías.

Entre enero y agosto de 2013 la institución dio de baja a 304 uniformados: 73 por mala conducta, 16 por sentencias condenatorias, 43 por indisciplina y 208 por diversos motivos.