Tras el proceso de depuración policial, impulsado por el Ministerio del Interior desde 2013 hasta marzo de este año, se separó a 929 servidores públicos de la institución.

En 2013 fueron desvinculados 208 gendarmes; en 2014, 377; en 2015, 199; en 2016, 120; y, entre enero y marzo de 2017, 25 policías.

En el primer año (2013), la separación de los gendarmes se produjo principalmente por resolución del    Tribunal de Disciplina, así como por deserción y extorsión.

Durante 2014, un alto número de servidores fue separado por decisión del Tribunal de Disciplina, por ser reincidentes en faltas administrativas, por incurrir en tráfico de drogas y extorsión.

En 2015, las principales faltas cometidas fueron: no pasar las pruebas integrales de confianza, delincuencia organizada, concusión, tráfico de drogas, robo y extorsión.

Los gendarmes separados en 2016 no pasaron la prueba de confianza y estuvieron involucrados en los delitos de asociación ilícita, delincuencia organizada, tráfico de drogas y extorsión; mientras que en 2017, los policías separados cometieron robo, tráfico de drogas, asociación ilícita, cohecho y extorsión.

“Son procesos técnicos, legales y legítimos. Vamos a seguir en esta línea, ya que sería nefasto para la Policía Nacional que la propia razón de ser que es la excelencia de la vocación de servicio; y, sobre todo, la transparencia, laboren gendarmes no idóneos”, dijo Diego Fuentes, viceministro de Seguridad Interna.

Aunque los policías desvinculados presentaron demandas judiciales de todo tipo ante la Corte     Interamericana de Derechos Humanos y otras instancias de justicia, ninguno de ellos ha reingresado.

“Hemos dejado de lado el falso espíritu de cuerpo, que ocultaba a los malos policías”, insistió, tras indicar que se ha retirado a estos  gendarmes y se los ha puesto a órdenes de la justicia.

Diego Mejía, comandante general de Policía, indicó que la depuración a través de medidas técnicas, como la prueba de confianza por lo que han dado buenos resultados.  

Lamentó que haya agentes involucrados en casos de tráfico de drogas, lo que provoca un grave daño, tanto a la sociedad como al mismo policía, ya que es un delito que genera otros, por ello exhortó a los gendarmes a actuar con rectitud y honrar la memoria de sus héroes. (I)