El capo del narcotráfico colombiano Daniel el “Loco” Barrera, extraditado el pasado martes a Estados Unidos, se presentó ayer ante la Fiscalía del sur de Nueva York, uno de los tres tribunales estadounidenses que tienen cargos contra él por producción y tráfico de cocaína y blanqueo de dinero.

“Con su llegada a Estados Unidos, Barrera debe ahora responder por todos los delitos de los que se le acusa, y nosotros seguiremos trabajando, aquí y en el extranjero, para juzgarlo a él y a otros titanes del narcotráfico trasnacional”, manifestó el fiscal del distrito sur de Nueva York, Preet Bharara.

El “Loco” Barrera, considerado el último gran capo del narcotráfico colombiano y quien se enfrenta a una pena máxima de 40 años de cárcel, además de llegar ante el tribunal del distrito sur de Nueva York (Manhattan), lo hará hoy en el distrito este de Nueva York (Brooklyn) y, finalmente, será presentado y juzgado en el distrito sur de Florida.

En la diligencia de ayer, Barrera se declaró no culpable de los cargos de narcotráfico que se le imputan. La Policía Nacional colombiana entregó el martes a Barrera a manos de agentes del Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA), que luego fletaron el avión que llevó al narcotraficante con destino a Nueva York.

Barrera fue capturado en Venezuela el 18 de septiembre de 2012, mientras hacía una llamada telefónicaBarrera, nacido en 1968, tejió alianzas durante décadas en el negocio de la cocaína con diversas agrupaciones que están al margen de la ley, como lo son las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC, paramilitares) y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Su hermano Omar Barrera lo convenció de que abandonara Bogotá y se trasladara al departamento selvático del Guaviare, en el sur del país, uno de los principales territorios de cultivo de coca en la década de los 80.

Según los datos de los tribunales federales de Estados Unidos, desde 1998, Barrera dirigió una producción y tráfico de cocaína cruda de 30 toneladas al mes, sumando 400 toneladas anuales, y obtenía la materia prima directamente de las FARC, que con su venta financiaban su actividad armada.

Una vez procesada en laboratorios, Barrera operaba en un área de Colombia controlada por las AUC, enemiga de las FARC, que se financiaba también gracias al dinero que recibía por permitir las actividades del narcotraficante, quien distribuía la mercancía en cuatro continentes y blanqueaba las decenas de millones de dólares que ganaba con el narcotráfico con diferentes tapaderas. “Durante más de una década, Daniel Barrera ha operado desde el centro de una red verdaderamente malvada que giraba entre su organización de narcotráfico y dos organizaciones terroristas violentas y antagónicas”, apuntó Bharara.

Barrera fue capturado el 18 de septiembre de 2012 mientras realizaba una llamada desde una cabina telefónica en la fronteriza ciudad venezolana de San Cristóbal, luego de una operación en conjunto en la que participaron autoridades de Venezuela, Estados Unidos, Inglaterra y Colombia.

Posteriormente -dos meses después- las autoridades venezolanas extraditaron a Barrera a Colombia, donde fue confinado en un módulo de alta seguridad en la penitenciaría de Picaleña, en Ibagué (centro); y el 4 de abril de este año, la Corte Suprema de Justicia de Colombia avaló la extradición de Barrera a Estados Unidos.

UNA ALIANZA “SANGUINARIA” CON “CUCHILLO”

Una de las alianzas “más sanguinarias” del “Loco” Barrera fue con Pedro Guerrero Castillo, alias “Cuchillo”, muerto en una operación especial de las autoridades colombianas en diciembre de 2010.

Ambos “capos” libraron una sangrienta guerra contra Miguel Arroyave, quien finalmente fue asesinado, para hacerse dueños del manejo de rutas y del mercado de las drogas. Esta alianza sería responsable de centenares de asesinatos en el país colombianos. La unión de Barrera y Guerrero fue una de las más temidas en los últimos 15 años.

Tras romper sus “relaciones” con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Barrera creó, junto a “Cuchillo”, el Ejército Revolucionario Popular Antisubversivo de Colombia (Erpac). Pero al morir “Cuchillo”, las autoridades colombianas enfocaron todos sus esfuerzos en perseguir a Barrera hasta que  cayó en territorio venezolano.