El numérico de agentes no es equitativo en provincias
Desde hace algunos meses, la Policía Nacional y el Ministerio del Interior implementaron un programa orientado a que agentes regresen a sus provincias de origen. Dentro de las primeras tres etapas, 25.000 uniformados fueron beneficiados con los pases que les permiten trabajar en las localidades cercanas en las que residen sus familias.
En base a censos se establecieron quienes eran los más aptos para incorporarse a laborar en estas condiciones, sin embargo, surgieron inconvenientes, como los policías que ya formaron sus familias en ciudades como Quito expresaron su voluntad de quedarse en la capital para cumplir con su trabajo.
Esta situación ha aumentado la cantidad de uniformados que trabajan en algunas localidades del país.
La situación es tal que Pichincha es una de las provincias con exceso de gendarmes, en contraposición con otras que tienen déficit de uniformados.
Durante la entrega de viviendas fiscales para miembros de la institución del orden, el comandante general, Patricio Franco, señaló que no todos serían reubicados en sus ciudades, pues hay plazas y necesidades en cada provincia que se toman en cuenta. Sin embargo, de acuerdo a cifras de la Comandancia, en varias provincias hay exceso de policías y en otras, déficit.
Más policías en Pichincha
Pichincha es una de las provincias con más agentes, sin contar que también existen policías municipales que ayudan en la labor de brindar seguridad y orden dentro del Distrito Metropolitano de Quito.
La organización de las Naciones Unidas establece que debe haber 2,8 gendarmes por cada mil habitantes.
Ricardo Camacho, analista en seguridad, explicó que en la policía comunitaria y científica aún no cumplen los estándares.
La provincia del Guayas, en cambio, presenta un déficit de elementos uniformados. Guayaquil, la ciudad más grande del Ecuador, muestra un déficit de alrededor de 3.000 uniformados del orden.
El ministro del Interior, José Serrano, se ha referido en constantes ocasiones al déficit de policías y ha anunciado que el número faltante de agentes se incorporará paulatinamente el próximo año.
Según el viceministro del Interior, Leonardo Berrezueta, el objetivo de la institución es llegar a 69.000 policías hasta 2017.
Agregó que 8.000 se encuentran ya capacitados, de igual manera 1.300 egresaron y el próximo mes de marzo, 1.400 se sumarán para reforzar la seguridad.
Se busca solucionar déficit
El viceministro agregó que de acuerdo a la convocatoria extraordinaria que realizó la Policía, 3.000 aspirantes más se capacitan para reforzar la seguridad en todas las ciudades del Ecuador.
La educación se ha dividido en las 14 escuelas que funcionan en el territorio nacional, de las cuales siete son regionales con el fin de potenciar el trabajo en los distritos metropolitanos de Guayaquil y Quito.
Actualmente, el proceso de retorno de policías a sus ciudades se encuentra en la cuarta etapa. Y se ha anunciado que habrá resultados antes de que termine el año.
Para Camacho, la distribución de los agentes depende de normas internacionales y de índices de delincuencia que se registren en cada población.
El bienestar de lo policías es una medida complementaria: el que regresen a sus hogares les brinda más estabilidad.
Sin embargo, mencionó el especialista que aquí surge un problema que no se ha tomado en cuenta y es la dificultad que tendrán los reubicados de ejercer autoridad en sus lugares de residencia.
Autoridad mermada
En este contexto se refirió a que el contacto con amigos y conocidos que pueden infringir la ley hará que su capacidad de ejercer autoridad sea un poco mermada.
La doctrina, la ética, una buena capacitación, vivienda fiscal y buenos salarios son los ejes principales en los que se trabaja, mencionó Camacho.
Recalcó que en varias ocasiones los policías se convierten en blanco de organizaciones criminales que los buscan de acuerdo a su desenvolvimiento en cada ciudad.