El incumplimiento del horario de visitas ocasiona aglomeración

El Centro de Privación de Libertad Regional Guayas alberga a unos 3.700 presos, desde el pasado 2 de diciembre, para quienes, según las nuevas disposiciones del Ministerio de Justicia, a cargo actualmente de José Serrano, rige un nuevo plan de visitas que varía por el nivel de peligrosidad del reo.

En días anteriores, Serrano informó que los reos considerados de máxima peligrosidad serán visitados una vez al mes, los de mediana peligrosidad dos visitas mensualmente y quienes están recluidos por delitos menores hasta cuatro veces a la semana, de hora y media cada una, según un informe previo elaborado por el personal del Departamento de Diagnóstico de Rehabilitación Social.

El cronograma de visitas diarias está hecho por pabellón en el horario de 08:00 a 17:00, y es constantemente actualizado en el sitio web: www.justicia.gob.ec.

“Las visitas son un privilegio, entonces los privilegios se ganan”, indicó Serrano, quien agregó que máximo 10 personas tendrán permiso para visitar al interno.

Se socializa con la ciudadanía para que se respete el horario de visitas publicado en internet.

No obstante, desde que se implantó este sistema, a finales del mes pasado, uno de los problemas que ha sido cuestionado por el presidente Rafael Correa, en más de una ocasión, es que la sala de espera habilitada en el nuevo reclusorio, que cuenta con aire acondicionado, turnos electrónicos y sillas, no era utilizada por los familiares de los presos, obligándolos a permanecer en la acera.

Hasta el jueves último, los familiares de los internos esperaban en fila bajo unas carpas con unas sillas plásticas, pero afuera del cerramiento de la cárcel, eso - dedujo el mismo Presidente- porque los administradores sabían que él visitaría el lugar. “He ordenado al gobernador que controle estrictamente eso, y por supuesto que habrá sanciones y destituciones de funcionarios que permitieron esa barbaridad”, manifestó el Primer Mandatario.

“Las personas deben esperar en un ambiente adecuado, con aire acondicionado y con televisores, deben tener comodidad, ya que no son los presos… las visitas deben ser bien atendidas”, explicó el Presidente al observar las instalaciones del nuevo recinto penitenciario.

Mireya Cárdenas, viceministra de Justicia, explicó que el problema radica en que acuden al reclusorio los familiares de los privados de libertad que no están dentro del horario de visitas, lo que ocasiona que se aglomeren en los exteriores.

Los familiares que están dentro del horario de visitas fijado con anterioridad (en la página de internet) ingresan normalmente en la hora correspondiente, afirmó la funcionaria.

Las personas que constan en el horario de visita a los detenidos pasan a la sala de espera.

A las personas que no tienen pautado su ingreso se las mantiene efectivamente bajo carpas en el exterior, donde empleados de la cartera de Estado les explican la nueva metodología, que está en vigencia desde el 2 de diciembre en que los presos fueron trasladados, indicó.

“Hasta que la ciudadanía pueda utilizar la página web del Ministerio de Justicia y así organizarnos de la mejor manera para evitar contratiempos, se socializa con los familiares que se aglomeran en las afueras del complejo penitenciario cómo ingresar a este”, señaló.

Tras el cuestionamiento, la aglomeración de personas se redujo esta semana considerablemente, lo que refleja la efectividad de los cambios. El Mandatario insistió en que se requiere también eliminar los prejuicios de algunos administradores y de la propia ciudadanía que considera que “presos nomás son y no merecen nada”.

Durante el traslado de los reos hubo varias novedades, según el ministro Serrano. Por ejemplo, de los 780 internos que se encontraban en el pabellón N° 1, 120 no constaban en el informe. Hizo énfasis en que en la Penitenciaría se aplicaba el “sistema de privilegios”, en el que por un pago los internos se intercambiaban de una celda a otra. Sumado a esto, 38 reos que constaban en el informe no aparecieron en dicho pabellón.