Hoy está prevista la audiencia preparatoria de juicio en contra de una supuesta banda
El hurto a usuarios de buses puede ser juzgado como asociación ilícita
A ‘Mayra’ le hurtaron $ 45, pese a que tenía bien agarrada la cartera. Explicó que durante los 20 minutos de viaje en un articulado de la Metrovía, en Guayaquil, todo estaba en orden, sin embargo, en los 2 minutos que le tomó cambiarse al bus alimentador le sacaron el dinero.
La afectada quedó desconcertada, se fue a casa y no alertó a nadie hasta el siguiente día, cuando ingresó otra vez al paradero. Habló con el guardia sobre lo sucedido, él le dijo que, si lo solicita, en la administración pueden revisar los videos de seguridad para intentar identificar al ladrón, pero todavía no lo hace.
Leopoldo Falquez, gerente de Metrovía, informó que los 89 paraderos del sistema de transporte tienen cámaras y que las grabaciones están disponibles para la ciudadanía y las autoridades, solo deben formalizar la petición detallando el lugar, día y hora del suceso.
Falquez explicó que no siempre es posible tener imágenes claras debido a la gran cantidad de gente y en algunas ocasiones la cámara apunta a otro sitio porque giran permanentemente.
El gerente de la Metrovía aclaró que la actividad en el interior de los articulados no queda registrada porque no tienen incorporado el sistema de vigilancia.
Esto desalentó a ‘Maia’, otra víctima, pues dentro de un bus le dañaron la cartera con una hoja de afeitar y no necesitaron abrirle el cierre, nunca lo notó. Para hacer el largo corte y extraer el contenido aprovecharon los empujones de los pasajeros.
Modo de operar y casos
Otros perjudicados relataron que los desvalijaron al entrar y salir del bus y que un grupo de más de 6 personas participaba en los atracos.
Un policía dijo que los carteristas ven a las víctimas y mientras unos distraen o causan tumulto otros meten manos a bolsillos y mochilas, todo planificado. Para que no los identifiquen, cambian de estación y luego salen a vender los objetos.
Durante este año, 2 casos trascendieron. El primero ocurrió en la parada de la ciudadela Atarazana, en abril, cuando 3 personas fueron detenidas por el robo de un celular. La gente no los dejó salir de la estación.
El fiscal Jaime Estévez inició investigación penal contra Bryan V., Wilser V. y Jennifer T. Ellos admitieron su culpa y solicitaron al juez Carlos Redwood la suspensión condicional del procedimiento, para no quedar detenidos.
Los 3 pidieron disculpas y prometieron no repetir su actuación; además, devolvieron el teléfono y repararon los daños ocasionados (indemnización de $ 500). El juez ordenó que se presentaran una vez al mes ante las autoridades para dar fe de su conducta y les prohibió andar juntos en los transportes masivos.
En mayo se registró el segundo caso, este fue de mayores dimensiones y nuevamente se vieron involucrados Bryan V. y Wilser V., junto a otros 6 individuos.
Las detenciones se produjeron en el sector de la Bahía, a la altura de las calles Eloy Alfaro y Manabí, en 2 locales comerciales, luego de 2 meses de investigación, eso les permitió llegar hasta el sitio donde supuestamente entregaban los objetos para que los pongan en venta.
A los sospechosos los identificaron mediante el análisis de los videos captados por las cámaras del Sistema Integrado de Seguridad ECU-911 y de la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil.
La fiscal Ruth Ronquillo inició la etapa de instrucción por el presunto delito de asociación ilícita y solicitó la prisión preventiva para los 8 sospechosos.
Para hoy, en el Cuartel Modelo, está prevista la audiencia preparatoria de juicio y sustentación de dictamen en contra de Javier R., Lucía A., Henry R., Bryan V., Wilser V., Ronni Z., Martha L. y Carlos V.