Dirigentes revelan amenazas tras muerte de compañeros
Carlos Ramos, líder de la Coordinadora Nacional Campesina Eloy Alfaro, fue asesinado luego de abrir la puerta de ingreso a la hacienda Safando, ubicada en la parroquia Chongón, provincia de Guayas.
Personas no identificadas salieron de entre los matorrales y descargaron varios disparos en la humanidad del dirigente campesino.
Producto del ataque, ocurrido la tarde del domingo, resultó herida la esposa de Ramos, Patricia Burgos, quien también es directiva. Ella falleció a los pocos minutos debido a los impactos de bala que recibió en el pecho.
Moradores que estaban cerca del lugar se comunicaron con personal de la Policía, que al llegar comprobó la muerte de la pareja.
Una tercera persona sobrevivió y fue trasladada al hospital de la Policía de Guayaquil, donde ingresó con pronóstico reservado.
Romelio Gualán, presidente de la organización campesina, pidió a las autoridades que investiguen este hecho, pues sospechan que fue perpetrado por sicarios contratados por personas inconformes con la entrega de esas tierras a la comunidad agrícola de la zona.
Se sospecha que el hecho fue perpetrado por personas inconformes con la entrega de tierras.Según explicó Gualán, Carlos Ramos recibía amenazas desde hacía ocho meses, a partir del momento en que el Ministerio de Agricultura decidió traspasar las 480 hectáreas de la hacienda Safando a 80 integrantes de la coordinadora campesina Eloy Alfaro.
El presidente de la coordinadora se refirió a que había una pugna con otros sectores sobre los territorios de Chongón, ya que estaban planificando la construcción de un nuevo aeropuerto para Guayaquil en ese sector.
Por estos motivos, la coordinadora solicitó protección policial para los demás dirigentes, pues temen que sean objeto de ataques de la misma naturaleza.
“Hay muchos intereses en juego en estos territorios, especialmente de la derecha tradicional que no desea que estas tierras sean legalizadas a nombre de los campesinos de la zona”, enfatizó Gualán.
También dijo que la organización no solo rechaza enérgicamente este terrible hecho, sino que exige una exhaustiva investigación hasta dar con los autores materiales e intelectuales, que “sin duda tienen que ver con el tráfico de tierras”.
Gualán finalmente expresó que estos crímenes no los intimidarán en su lucha por la legalización de esas tierras.