En diciembre los ciudadanos elevan los riesgos de incendio
Una pareja de esposos no logró salir de su casa en llamas y perdió la vida. Esto ocurrió en el Guasmo Sur, al sur de Guayaquil.
Era 2 de diciembre y una costumbre aparentemente inocente, encender velas junto a unas imágenes, provocó una desgracia.
La casa solo tenía una puerta y el fuego se originó muy cerca de esta. El humo sin salida contaminó el área.
Los riesgos de siniestros como este aumentan en diciembre, aunque en los últimos años no se ha registrado incremento de casos durante este mes, aseguró el mayor Santiago Peña, director de Prevención de Incendios.
En 2019, el Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil (BCBG) actuó en 596 emergencias. En febrero hubo más incendios.
Del 1 al 12 de diciembre, se reportaron 20 incendios y ninguno fue por uso o almacenamiento de explosivos.
Esto por las campañas de prevención dirigidas a niños y adultos, que han dado resultados positivos. Sin embargo, aún no se toman precauciones con otras costumbres en los hogares, sostiene Peña.
Las familias acomodan altares y dejan velas encendidas cerca de imágenes, sobre todo para celebrar la Navidad.
El oficial recomienda que estas se prendan sobre un recipiente con agua y lejos de objetos de fácil combustión como colchones, muebles, plásticos, entre otros.
En el flagelo donde falleció la pareja, Nelson Solís, del departamento de Criminalística, dijo que al contaminarse los sillones elaborados con polímeros se generó gran cantidad de humo tóxico.
Heriberto Moreira, instructor de Investigación de Incendios y Explosiones, confirmó que en diciembre las personas son responsables del aumento de riesgo de incendios en casa.
Instó a comprar luces Led, en lugar de las incandescentes, ya que calientan menos y el consumo es bajo en energía. Además, no dejarlas encendidas toda la madrugada.
Recomendaciones
También aconsejó fijarse en el grosor del conductor (cable), pues entre más fino es más inseguro. Recordó que no se deben conectar en un solo punto las guirnaldas de luces, sino usar una extensión y poner una por conexión.
También recomienda cerrar las puertas de los dormitorios al ir a descansar, porque reduce el riesgo de perder la vida asfixiado en caso de que haya un incendio en otra área de la casa.
El especialista agregó que esto no solo pasa en Navidad, pero es común que en algunos hogares se apliquen tradiciones que pueden ser funestas.
Por ejemplo, en mayo pasado, María Ballín, de 64 años, murió en su dormitorio. Ella encendió palo santo y lo puso en una olla junto a su cama. La llama alcanzó la sábana e inmediatamente se incendió el colchón.
Su hermana Jenny recordó que ella tenía por costumbre dejar los pedazos de tronco prendidos en su cuarto para repeler a los mosquitos. “Arriesgamos nuestras vidas sin saber”, dijo. (I) et
→La primera unidad del Cuerpo de Bomberos llega y los testigos de un incendio corren a bajar las herramientas y las líneas de agua para “ayudar”; sin embargo, eso entorpece la labor de rescate.
Esto ocurre con frecuencia, aseguró el mayor Santiago Peña. La última vez fue el 11 de diciembre en una emergencia reportada en las calles 26 y la Q, en el suburbio de Guayaquil. Ese día falleció una mujer y tres menores fueron rescatados.
“Eso entorpece la labor operativa y el manejo del comando de incidentes. Esos equipos los bajan sin conocimiento; por ejemplo, si me abren una llave adicional tendremos pérdida de agua”.
Peña instó a la ciudadanía a dejar trabajar a los bomberos y también a precautelar su seguridad, porque no constan de la vestimenta ni capacitación necesaria para actuar en un incendio. “Nuestra labor es rescatar vidas y evitar que las llamas se extiendan a otras viviendas”.
Aunque en este incendio se creía inicialmente que se habría originado porque en la casa se almacenaba material explosivo, esto fue descartado por Peña, quien explicó que cuando esta es la causa, es fácil darse cuenta por el tipo de residuos que deja. (I)