El cadáver de una mujer fue hallado la madrugada del viernes 25 de enero en la parroquia de Tandapi, zona rural del cantón Mejía, provincia de Pichincha. La víctima había sido descuartizada y sus restos estaban en fundas.

Se trata de Marisol Lazo, de 30 años, quien era buscada por su familia desde el pasado 13 de enero. Según la denuncia presentada por los allegados, la mujer desapareció desde su casa en la parroquia Alluriquín, en la vía Alóag-Santo Domingo. En el lugar tenía un gabinete de belleza. 

Las sospechas recaen en la expareja sentimental de la occisa, Holger R., quien la noche del jueves 24 de enero se entregó a la Policía y confesó el asesinato y posterior desmembramiento del cuerpo.

El relato del hombre permitió a las autoridades ubicar las fundas que contenían los restos de la mujer, quien estaba embarazada. En una primera declaración días atrás el hombre, con quien ella tenía un hijo de 14 años, había dicho que se reunió con ella pero que cuando se separaron, seguía con vida.

Sin embargo, el jueves cambió su versión, dijo estar arrepentido y describió cómo la mató. Según el sujeto, la golpeó con una piedra pues no quería el bebé que ella llevaba en su vientre. Se marchó y horas después regresó para descuartizar el cadáver. El sujeto permanece detenido mientras se adelantan las investigaciones.,

La familia de Marisol realizó una marcha en días pasados para exigir resultados en las investigaciones y pedir por su aparición. Numerosos voluntarios recorrieron el área durante varios días buscando a la mujer.

Desde agosto de 2014 hasta el 20 de enero de 2019, se judicializaron 313 casos de femicidio en Ecuador. Solo en 2018 hubo 59. A estas cifras se suma el caso de Marisol Lazo. (I)