Credibilidad de la Policía en el país alcanza el 50%
El control del delito y la protección ciudadana, la frecuencia de patrullaje, el tiempo de respuesta a un llamado de emergencia, además del trato y respeto ofrecidos, fueron algunos de los aspectos tomados en cuenta en las evaluaciones del desempeño policial realizados por organismos no gubernamentales, como Corporación Latinobarómetro o Transparencia Internacional, publicadas entre mayo de 2012 y julio de 2013.
El primero de ellos determinó que el grado de credibilidad en la Policía Nacional se ubica en el segundo lugar en América Latina, con el 50%, solo después de Uruguay, que tuvo el 53% de aceptación. En cambio, en otro extremo, con baja aceptación constan las de Guatemala (15%), República Dominicana (17%) y México (19%).
Ese último estudio se lo realizó a casi 2 años de haberse registrado la revuelta del 30 de septiembre de 2010, cuando, según una encuesta local, el grado de credibilidad en la Policía se ubicaba en el 21%.
No obstante, según el Barómetro Global de la Corrupción 2013, que realizó Transparencia Internacional en 11 países de la región, a excepción de Ecuador, el 74% de los consultados cree que la Policía es corrupta o extremadamente corrupta.
El país más afectado es México, donde 9 de cada 10 personas cree que la institución policial es corrupta. Lo siguen El Salvador (87%) y Bolivia (86%).
No es casual que los países que encabezan la lista sean México y El Salvador, cuyas sociedades están totalmente convulsionadas por el accionar de las mafias, especialmente del narcotráfico, detalló el informe.
En el extremo opuesto se encuentran Chile, donde el 53% de la gente cree que la Policía (Carabineros) es corrupta; y Uruguay, donde la proporción desciende hasta el 47%. Este es el único país en el que la desconfianza ciudadana no llega a la mitad de la población.
La rendición de cuentas implica que otras instituciones controlen el
accionar policialA diferencia de los delitos comunes, que están presentes siempre y en todas las sociedades del mundo, el crimen organizado necesita condiciones particulares para desarrollarse. Una de ellas, quizás la más importante, es la complicidad de las fuerzas de seguridad. La planificación que suponen las grandes redes delictuales, como el narcotráfico, no sería posible sin el acceso a información detallada sobre los procedimientos de control que realizan la Policía y la justicia.
De la misma manera, si ciertas instancias de las agencias de seguridad no se muestran intencionalmente pasivas frente a las organizaciones criminales, muchas de sus operaciones serían inmediatamente descubiertas. “Cuanto más corrupta es la Policía, mayor es la penetración del crimen organizado. Se lo ve en países con mayor criminalidad, como Honduras, Guatemala o México, que tienen serios problemas en sus cuerpos de seguridad por corrupción y por su participación en las redes del delito organizado”, indicó, entre sus conclusiones el estudio.
En Ecuador, Fabián Solano De la Sala, inspector general de la Policía, explicó que, sobre la base del nuevo modelo de gestión, aplicado en la integridad y transparencia de los 43 mil agentes a nivel nacional, se analizan las actitudes positivas y negativas de cada uniformado durante el presente año, en el marco del compromiso de servir y proteger.
En su última visita a Guayaquil, realizada el 13 de julio, el oficial constató la capacitación que recibe el personal. Mediante un diálogo directo con los agentes del orden de diferentes cantones del Guayas, conoció las ocasiones que los hacen verse involucrados en diferentes delitos que atentan con la buena imagen institucional.
Es difícil tener una buena Policía si
sus miembros no cuentan con una óptima instrucciónSolano De la Sala manifestó que entre los principales objetivos del análisis de la conducta de los policías en el país está concienciar que una mala conducta o procedimiento puede sancionarse disciplinariamente y puede -incluso- llegar a la desvinculación de las filas policiales. Además, informó que la Inspectoría General se encuentra vigilante en supervisar, asesorar y dar seguimiento a las actividades administrativas, financieras y técnicas de la Policía, así como controlar la disciplina moral y profesional.
“Todo efectivo policial, incluido el alto mando institucional, se someterá a evaluaciones psicológicas, tóxicas, socioeconómicas y poligráficas, para medir el grado de idoneidad para continuar en la institución, ya que necesitamos policías honestos, confiables, respetuosos de los derechos humanos, que no tengan reparo en cumplir con el compromiso de velar por la seguridad de todos los ecuatorianos”.
Respecto a la oficina de Asuntos Internos, se sabe que la institución investiga toda clase de actos irregulares cometidos por uniformados, siempre dentro del marco legal.
En ese sentido, la Policía creó en marzo pasado el Centro de Análisis de la Conducta Policial, que tiene como fin entregar propuestas de prevención que posibiliten el control y la reducción de faltas disciplinarias predominantes en la cultura policial, priorizando la prevención antes que la represión.
Pablo Cerda, oficial de la Inspectoría General, explicó que se trata de políticas y directivas creadas para evitar actos que vayan en desmedro de la imagen institucional. También ese centro es responsable de colectar la información para la elaboración de los expedientes administrativos de los candidatos policiales a ser desvinculados.
Otra de las iniciativas de la Policía, dispuestas por el Ministerio del Interior, es la rendición anual de cuentas como un instrumento válido y ligado al Plan Operativo Anual (POA) de la institución.
El POA tiene como propósito crear un espacio de interlocución y transparencia entre la Policía, con autoridades y la comunidad para informar de forma pública el trabajo realizado en materia de seguridad ciudadana por los agentes responsables de todos los distritos, circuitos y subcircuitos. “La rendición de cuentas implica que otras instituciones públicas controlen el funcionamiento de la Policía, al margen de las tareas que realice su Unidad de Asuntos Internos”.
EN MÉXICO HAY MÁS CONFIANZA EN LOS VECINOS
Con la pregunta ¿Qué tanta confianza le inspiran las instituciones?, los investigadores del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados de México entrevistaron a poco más de 600 mexicanos de todo el país para saber qué tanto confían en sus instituciones.
El 42% de los entrevistados expresó tener “mucha” confianza en sus vecinos, mientras que otro 49% dijo no confiar “nada” en policías y 48% la tiene en partidos políticos. La encuesta fue aplicada, entre el 10 y 11 de agosto de 2012, a 613 personas mayores de 18 años con teléfono fijo que residen en México. Su nivel de efectividad es del 95%.
La Iglesia ocupó el segundo lugar de las instituciones que tuvieron “mucha” confianza, con un 37%; mientras que el Ejército resultó tercero, con 30%; el Tribunal Electoral, 17%; el jefe de Estado tiene 15% de aceptación.
EN VENEZUELA SE DESTACA EL BUEN DESEMPEÑO
La Policía Nacional Bolivariana (PNB) de Venezuela, hasta enero de 2013, contaba con el 80% de aceptación por parte de los ciudadanos, según un estudio de campo realizado por la propia institución del orden.
Las cifras demuestran que la PNB redujo en 2011 un 57% los hechos delictivos, en 44% los homicidios, en 66% los robos, en 62% las lesiones y en 66% los casos de violencia de género. Asimismo, en ese año esclareció el 38% de los delitos, mientras que en 2010 tan solo se llegó a 15%.
La PNB basa su accionar en un tratamiento humanista y de respeto por los derechos humanos, por lo que hace uso diferenciado y progresivo de la fuerza, conforme los acontecimientos y reportes, lo que ha dejado atrás la imagen del policía represor del pueblo, según la Comandancia General.
LOS CARABINEROS CON EVALUACIÓN NEGATIVA
En Chile, varios medios de prensa señalan el exceso de violencia como uno de los principales factores para que la ciudadanía evalúe negativamente a la Policía (Carabineros). La excesiva violencia generada por el organismo policial es un tema que preocupa no solo a los estudiantes universitarios, contra quienes han arremetido en reiteradas ocasiones en disturbios, sino también a la clase política y a la ciudadanía, quienes han expresado su molestia en eventos.
La última Encuesta Nacional de Opinión Pública UDP (Universidad Diego Portales) reveló que en los últimos cuatro años la confianza de la ciudadanía en la institución cayó en 18 puntos, el nivel más bajo registrado en 6 años. La mayor brecha se refleja en los estratos socioeconómicos bajos, donde el nivel de confianza en los carabineros es menor.