COIP tipifica delitos contra biodiversidad
Las imágenes publicadas en las redes sociales en julio del año pasado que graficaban a un enorme cóndor adulto, exhibido como trofeo de caza por una persona, llamó la atención e indignación del país, ya que se trataba de una especie autóctona de Ecuador y que está en peligro de extinción.
Tras 6 meses de investigación la Policía localizó al causante de la muerte del ave ocurrida en la parte alta de la parroquia Victoria del Portete, cerca de la reserva de Quimsacocha, sector de Gualay, zona protegida de Irquis Yanuncay en la provincia delAzuay.
El culpable cumplía una pena en la cárcel de Cuenca, por lo que le abrieron otro sumario y, finalmente, el juez del Primer Tribunal Penal del Azuay, César Pesántez, sentenció a 6 meses de prisión a Guillermo N. como responsable de la muerte.
Pena vigente
El Código Penal vigente contempla la sanción de prisión de hasta 3 años para quien cause la muerte de una especie en peligro de extinción, sin embargo el nuevo Código Orgánico Integral Penal (COIP), que entrará en vigencia el próximo 10 de agosto, es más completo y añade el tráfico no solo de fauna sino también de la flora.
Uno de los problemas más graves es el tráfico de animales, en el último estudio realizado sobre el tema en 2008, por el Ministerio del Ambiente, 6.875 animales fueron decomisados en diferentes partes de Ecuador, de los cuales 2.675 eran aves, 2.299 mamíferos y 1.904 reptiles.
El estudio identificó un total de 264 especies de fauna silvestre comúnmente traficadas, 142 pertenecientes a la clase aves, 74 mamíferos y 48 reptiles.
Policía de Ambiente
Para controlar la venta ilegal en las calles de especies en peligro se ha creado, por ejemplo, la Unidad de la Policía de Medio Ambiente de Quito. El ingeniero ambiental Óscar Cumanicho, que trabaja en este departamento señaló que el tráfico de especies animales es un negocio que implica mucho dinero, “un mono machín suele vendérselo hasta en $ 300 y un guacamayo puede costar en el mercado ilegal hasta $ 500”.
Sanción del COIP
El artículo 247 sobre delitos contra la flora y fauna silvestre señala: “la persona que cace, pesque, capture, recolecte, extraiga, tenga, transporte, trafique, se beneficie, permute o comercialice, especímenes o sus partes, sus elementos constitutivos, productos y derivados de flora o fauna silvestre terrestre, marina o acuática, de especies amenazadas, en peligro de extinción y migratorias, listadas a nivel nacional por la autoridad ambiental nacional, así como instrumentos o tratados, internacionales ratificados por el Estado, será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años.
La norma cubre todos los aspectos que implican las agresiones que comúnmente se cometen contra los animales silvestres, la flora en general como la tala ilegal de árboles.
El veterinario Andrés Ortega, activista y miembro del Grupo Nacional del Trabajo del Cóndor Andino (Gntca), opina que se debería trabajar en la difusión de esta nueva norma y que la sociedad sepa que un ataque a los animales o la naturaleza trae consecuencias legales, pero enfocado al plano de la concienciación.
“El nuevo COIP permitirá que las personas inescrupulosas, por ejemplo, que trafican con animales sean castigadas con rigurosidad”, manifiesta.
Explica que la norma debería ampliarse, ya que no contempla la introducción de especies de otros países igualmente por tráfico y que llegan a afectar a las especies originales.
Además, destaca que en el código vigente estaba permitido la caza para los clubes deportivos, “el nuevo COIP ya no permite esa actividad, lo cual es un gran avance; así mismo se controlará la venta de animales silvestres o de peces en las tiendas de mascotas”.
La Organización de las Naciones Unidas adoptó un programa global para la lucha contra la vida silvestre y los delitos forestales que durará 4 años.
