La droga era pasada por pequeños hoyos en las paredes; algunas personas lanzaban desde la calle al patio, de la anteriormente conocida como ‘correccional de menores’, paquetes grandes y pequeños, entre otras irregularidades. Además, los adolescentes eran vistos por las noches caminando por los filos del cerramiento para escapar.

Don ‘Juan’ vive hace más de 50 años en las calles Calicuchima entre Babahoyo y Lizardo García, frente al ahora denominado Centro de Adolescentes Infractores (CAI), en Guayaquil. El ciudadano recuerda que en una ocasión vio cómo más de 10 muchachos se tiraban desde lo alto del muro, el primero cayó mal y el resto lo usó como amortiguador para no golpearse contra el cemento. Según dijo, el chico murió. Eso pasó hace un par de décadas.

El ciudadano tiene la esperanza de que estas situaciones no se repitan con las adecuaciones que se están ejecutando dentro del CAI, las cuales puede observar desde uno de los balcones de su vivienda.

El Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos invierte alrededor de $ 450 mil para la adecuación de una de las 3 fases en las que está dividido el recinto.

La primera semana del mes de noviembre fue inaugurada un área con capacidad para 56 adolescentes. Cada uno recibió un uniforme y un kit de aseo.

Ledy Zúñiga, ministra de Justicia, indicó que las condiciones del CAI de Guayaquil, que es el que más adolescentes alberga, generaban inseguridad para los chicos y habitantes del sector. “Vamos cambiando la infraestructura y al dividirlos por edad y tipo de delitos disminuye la conflictividad”.

La funcionaria agregó que los sistemas eléctrico e hidrosanitario estaban en pésimas condiciones y que los menores tendrán espacios y servicios básicos adecuados. Explicó que todos los nuevos implementos son antivandálicos (que no pueden ser destruidos), por ejemplo las camas y los baños. “Los adolescentes dañaban los objetos para esconder artículos prohibidos o para crear armas blancas y con eso tomaban el control de los cuartos. También se están remodelando los espacios donde se realizan los talleres de rehabilitación”.

La nueva área readecuada es separada de las otras con un cerramiento de doble reja. Alberto Montero, de 24 años, también vive en los alrededores, y contó que desde pequeño le tocó presenciar incidentes, hasta escuchar la explosión de una bomba en un intento de fuga. “Este último año han habido pocos incidentes”, mencionó.

División de centro en COIP

El Código Orgánico Integral Penal (COIP) establece en el artículo 393 las secciones en las que debe estar dividido un centro para menores infractores y especifica que deben ser: La primera sección de internamiento provisional para adolescentes que ingresen por efecto de una medida cautelar. La segunda es un área de orientación y apoyo para el cumplimiento de medidas socioeducativas de internamiento de fin de semana e internamiento de régimen semiabierto; y tercera, el espacio de internamiento para el cumplimiento de medidas socioeducativas de internamiento institucional de régimen cerrado.

Además, el mismo articulado precisa que en las secciones determinadas habrá 4 subsecciones para los adolescentes menores de 15 años; otra para los que tengan entre 15 y 18 años; asimismo, una para mayores de 18 hasta 24 años; y la última para los mayores de 24 años.

En el COIP también consta que en los recintos habrá solo adolescentes de un mismo sexo y en caso de que en una ciudad no existan centros separados por sexo, los ambientes deben estar totalmente separados.