Caso Mazoyer: Tribunal ordenó la retención de una testigo por presunto perjurio
Alrededor de 25 testigos han rendido su versión entre el pasado lunes y la mañana de hoy, dentro de la audiencia de de juicio contra Francisco L. V., expresidente del directorio de la Clínica Pichincha y contra Carlos L. A., cirujano de la institución, por un presunto caso de negligencia médica por parte del personal.
La diligencia se lleva a cabo en el salón C de la Corte Nacional de Justicia, en donde concluyeron las versiones de la Fiscalía y de la parte acusadora. Ahora se están presentando las versiones de la defensa.
Dentro de la recepción de testimonios a favor de la casa de salud, el Tribunal Sexto de Garantías Penales de Pichincha ordenó ayer la detención de Inés N., quien se desempeñó como recepcionista de la clínica, el 12 de septiembre de 2009, cuando falleció la francesa Charlotte Mazoyer.
La medida se tomó luego de que el Tribunal consideró de que la empleada cometió perjurio, al caer en contradicción con las respuestas ante Emiliano Donoso, abogado de Bernard Mazoyer (demandante) y las réplicas ante Juan Francisco Ospina, abogado de Francisco L. A.
Galo Rumiguano, presidente del Tribunal, indicó que la testigo tendrá que mantenerse dentro del edificio, hasta que el Tribunal se pronuncie.
En otro orden, el acusado Francisco L. V., expresidente del directorio de la institución privada, se acogió al silencio y se abstuvo de declarar. Juan Francisco Ospina, su representante legal, señaló que es un derecho constitucional, puesto que se trata de una persona de la tercera edad y que la Ley lo ampara.
Entre los testimonios del personal de la casa de salud, dos enfermeras que estaba de turno aquel día reconocieron que el doctor Carlos L. A. no habría sido el encargado de disponer la cirugía. También informaron que la joven habría sufrido entre cinco y seis infartos antes de que llegara el cirujano cardíaco.
Para la tarde de hoy estaría prevista la versión del expresidente Rodrigo Borja, quien fue paciente de esta casa de salud.
Charlotte Mazoyer realizaba estudios de vulcanología. Falleció el 12 de septiembre de 2009, a causa de un disparo en el pecho por delincuentes durante un asalto por el sector de Guápulo, al oriente de Quito. Los responsables del asalto fueron sentenciados a 16 años de reclusión mayor especial.
Tras el atraco, la joven fue traslada a la clínica, ubicada al norte de Quito, al poco tiempo perdió la vida. Su familia inició una demanda contra la institución médica, tras conocer que el personal requirió de una tarjeta de crédito, antes de ofrecerle primeros auxilios.
