La Fiscalía formuló cargos en contra del teniente de Policía Francisco Guzmán Buitrón, detenido la tarde del miércoles, por su presunta participación en la muerte del joven universitario Juan Pablo Bolaños, durante la revuelta del 30 de septiembre del 2010.

La aprehensión del uniformado tuvo lugar en la ciudad de Guayaquil, donde realizaba el curso de ascenso a capitán de Policía. Posteriormente fue trasladado a Quito para la audiencia.

La diligencia, que duró hasta las 00:40, se realizó en las instalaciones de la Policía Judicial de Pichincha. Allí el fiscal de la causa, Vicente Reinoso, acusó al gendarme por el delito de homicidio simple y solicitó la prisión preventiva.

Pese a ello, Santiago Coba, juez vigésimo primero de Garantías Penales, solamente dictó las medidas sustitutivas de prohibición de salida del país y presentación cada quince días del procesado ante la autoridad judicial competente.

Con esta diligencia se inició la instrucción fiscal que tendrá una duración de 90 días.

Juan Pablo, de 24 años y estudiante de la Facultad de Economía de la Universidad Central, falleció producto del impacto de dos proyectiles de bala que se alojaron en la región cervical y pelvis, la noche del rescate al Primer Mandatario, quien se encontraba retenido en el hospital policial.

Para la detención del policía fue determinante el peritaje balístico que sirvió para identificar el arma que disparó los proyectiles que mataron al joven. Se realizó una revisión de todo el rastrillo utilizado en el operativo y se comprobó, arma por arma, si de ella salió la bala encontrada en el cadáver del estudiante.

"El fusil, según la copia certificada de la hoja del servicio de rastrillos del 30 de septiembre enviada por el Grupo de Operaciones Especiales, (GOE), corresponde a un oficial de Policía que estuvo en el operativo", explicó el fiscal general de la Nación, Galo Chiriboga.