Caso 30-S: otro uniformado vinculado a presunto intento de magnicidio

El juez Sexto de Garantías Penales de Pichincha, Franz Valverde, ordenó hoy prisión preventiva para el policía en servicio activo Jesús Paúl J. S., por presunto delito de tentativa de asesinato al presidente de la República, Rafael Correa, durante los hechos del 30 de septiembre de 2010.

La audiencia de vinculación y formulación de cargos se desarrolló en la Casa de la Justicia, en el sector de Carcelén (norte de Quito).

Jesús Paúl J. S. es el octavo uniformado señalado por la Fiscalía como presunto integrante del grupo de agentes que habría disparado contra la caravana de militares que salvó al Primer Mandatario.

El fiscal Gustavo Benítez aseguró que una de las principales evidencias con las que cuenta la Fiscalía es un video, proporcionado por un medio de prensa escrita, en el cual se observa a un gendarme con chompa negra de cuero y pantalón jean de color gris, junto a otro uniformado que grita: "Ahí sale, échale bala, échale bala". También se observa a los uniformados disparar en dirección al vehículo en donde estaba el Presidente, tras ser rescatado del hospital de la Policía. "Se observa a Jesús Paúl J. S., que está al lado de otro policía, que está rastrillando el arma", reiteró Benítez.

El fiscal explicó al magistrado que se identificó al gendarme, gracias a un informe técnico a cargo del perito Carlos Echeverría.

Al igual que las otras siete diligencias, Benítez volvió a mostrar el informe de Echeverría que confirmó que hubo huellas de disparos en el vehículo donde fue trasladado el presidente Correa. "Esta acción confirma la tentativa de asesinato", reiteró Benítez.

El defensor público, Ramiro Colorado, recordó que de acuerdo a la Constitución su defendido es inocente mientras no exista una sentencia en contra, por lo que solicitó medidas alternativas, que no fueron acogidas.

Argumentó además que el uniformado acudió al Regimiento Quito por cumplir órdenes superiores, pero no atentó contra la vida del Jefe de Estado.

Valverde aceptó el pedido de la Fiscalía y ordenó la detención inmediata del uniformado y su traslado hasta la Cárcel 4. Además inició una investigación de 30 días.

Luego de la diligencia, Jesús Paúl J. S., reconoció que acudió al lugar del atentado, pero nunca disparó puesto que no tenía su arma de dotación. Aseguró que él cumplió su turno que fue de entre las 08:00 y 17:00 y en la tarde se dirigía a un curso de Investigación Policial. "Yo estaba semi-franco. Yo me acerqué al Regimiento para ver qué pasaba y luego me fui de ahí", comentó. De ser encontrado culpable, el uniformado se enfrenta a una pena de entre 8 y 12 años, según el Código Penal.

Los otros seis vinculados en el proceso, también, tienen prisión preventiva por el mismo delito. Se encuentran recluidos en la Cárcel 4 de Quito.