Carros modernos y seguros para policías y detenidos

El asesinato del policía Jesús Eduardo Chimbolema Quinaluisa, de 20 años, sucedido el 22 de marzo del 2013, encendió las alertas de la institución, ya que el causante del crimen fue Michael N., de 16 años, quien mató al gendarme en el interior del patrullero que lo llevaba hacia la Unidad de Flagrancias.

El adolescente fue capturado cuando intentó robar en una vivienda al norte de Quito, por eso lo esposaron y subieron a la patrulla. Un policía se sentó junto al sospechoso mientras que el joven Chimbolema se encargó del volante.

Cuando circulaban sobre la avenida 10 de Agosto, de alguna manera el detenido se quitó las esposas, arrebató la pistola del gendarme que estaba a su lado y disparó en la cabeza a Chimbolema, quien murió casi al instante, lo que provocó que la patrulla impactase en las barandas de la avenida, situación que aprovechó el otro policía para recuperar la pistola y someter al asesino. Un alto oficial explicó que el ataque llamó la atención, pues notaron que las patrullas no ofrecían seguridad debido a que la mayoría eran carros normales y solo les habían incorporado ciertas partes o piezas para que lucieran como vehículos policiales.

Esto constituyó una preocupación que el ministro del Interior, José Serrano, tomó en cuenta antes de promover el proyecto para la adquisición de 4.157 nuevos patrulleros.

Serrano manifestó que los vehículos fueron construidos como patrullas policiales desde la fábrica, “lo cual constituye una forma eficiente de planificar y adquirir las herramientas que necesitamos en la lucha contra la delincuencia”, ya que los automotores no son adaptados.

El contrato se firmó con la empresa AeKia, el pasado 28 de noviembre de 2013, y se extenderá hasta el 31 de diciembre de 2017. Para el 2014 se prevé la entrega de 1.256 unidades; y 967 por año hasta el 2017, de los cuales 2.100 son modelo Cerato y 2.057 Sportage.

Los patrulleros también están equipados con sirenas, cubreasientos, forros especiales de alta resistencia, balizas, protectores internos de vidrios, jaula de seguridad con separador de piloto y pasajeros cuya cubierta es antivandalismo y policarbonato resistente a las balas.

“Esto garantizará la seguridad en las unidades, tanto del personal policial como de los detenidos”, aseguró el general Rodrigo Suárez, comandante de Policía.

Indicó que estos modernos patrulleros con equipos de última tecnología evitarán que se vuelvan a repetir hechos como el sucedido con la muerte del policía Chimbolema; además, el detenido irá en el asiento posterior, en mejores condiciones.

Entre las ventajas de esta adquisición, cuyo costo asciende a 196 millones de dólares, se destaca el plan recompra de unidades que “cubrirá a todos los vehículos y se aplicará hasta 4 años ó 120.000 kilómetros de uso, y la desinstalación del equipamiento del patrullero será gratuita”, dijo Serrano.

Los valores que se generen por este concepto serán acreditados a la cuenta del Ministerio del Interior para la compra de nuevos vehículos y la provisión de una solución integral homologada de movilidad para la Policía.

Además, el contrato establece que la empresa se encargará del mantenimiento, incluidas las llantas, en sus talleres. “Cuando un patrullero ingrese a la mecánica será reemplazado por unidades temporales proveídas por la compañía, hasta que el vehículo salga arreglado”, manifestó Serrano.

Los patrulleros también estarán equipados con cámaras frontales que grabarán los procedimientos todo el tiempo.