“Las cárceles del correísmo eran una mentira”
Es un problema estructural que se arrastra de varios años atrás y se agrava porque ya no se encuentran soluciones. El fenómeno Correa que vendía las famosas cárceles regionales y modelo de AL era mala copia del modelo de República Dominicana, que era malo. Es decir, cárceles de 5.000 personas que son inmanejables para Ecuador y la mayoría de países de Latinoamérica. Eso ocurre por el tema inseguridad y no hay ejes de rehabilitación, por ejemplo, tema educativo, talleres. Las cárceles fueron construidas sin ningún criterio, no tienen comedores ni lavanderías, no pensaron en talleres, dejaron galpones. Correa no permitió que cámaras ingresaran, él tenía su propia versión sobre ellas en las sabatinas. Las cárceles tuvieron sobreprecios, costaron más de lo que estaba establecido, contrataron a una empresa privada para que dé la comida sin términos de referencia muy claros, entregaron las cabinas telefónicas a otro monopolio y a precios increíbles. Todo lo que decía el correísmo sobre el sistema carcelario era mentira, una falsedad, ni siquiera había agua potable, sino que llegaba con tanqueros. En la cárcel de Latacunga, por ejemplo, cuando llegaron los primeros detenidos del Penal García Moreno les cayó una epidemia de piojos y de hongos. Era una cárcel que no estaba preparada para recibirlos. Esta crisis se ha cocinado durante años. La Revolución Ciudadana calculó que la cárcel de Latacunga se iba a llenar hasta 2030, pero ya está completa, 100%, en 2019. (O)