Olga E. C. supuestamente planeó terminar con las vidas de su madre y su hermana por la disputa de una herencia. Así lo informó, la mañana de este jueves 28 de septiembre, Víctor Aráus, director nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased).

Horas más tarde, la mujer fue procesada en audiencia de formulación de cargos y el juez de Garantías Penales de Samborondón, José Valarezo, le dictó prisión preventiva por el delito de asesinato sancionado con penas de 22 a 26 años de cárcel.

Aráus indicó que tras ver el desorden de la escena, la primera hipótesis fue el robo; sin embargo, las contradicciones en el relato de la sobreviviente y otros indicios cambiaron la línea de investigación.

El crimen ocurrió en la vivienda de la urbanización Las Riberas, en la avenida Samborondón, en La Puntilla. En la casa moraban las tres mujeres. Ahí, a las 02:30, ingresaron cinco hombres, ataron y amordazaron a las dos mujeres.

Olga Cruz y Estefanía Egas, quienes murieron asfixiadas aparentemente con una almohada. Mientras que Olga E. sobrevivió. Ella también estaba atada y, supuestamente, recibió un golpe en la cabeza.

Olga Cruz estaba casada con Heniber Egas Carrasco, con quien procreó tres hijas, la primera es Jacqueline del Rocío, le seguía Olga y la última era Estefanía.

Jacqueline es gerente general de la agencia de seguridad Milipas, de propiedad de su padre, ya fallecido.

Guardia vio la puerta abierta

Un supervisor de guardias, de quien se reserva la identidad, contó que a las 06:30 del miércoles lo llamó un residente para decirle que escuchaba que alguien gritaba ¡ayúdenme!

El custodio caminó para comprobar qué pasaba y encontró que la casa de donde provenían los alaridos estaba con la puerta abierta. Cuando ingresó encontró en un dormitorio a Olga E. C. que aún estaba atada de pies y manos y amordazada.

Cuando los agentes llegaron, la mujer seguía de la misma manera. Uno de los amarres en sus muñecas era con un cable parecido al de los cargadores de celular y no tenía nudo.

Aráus explicó que esa fue una de las inconsistencias que llamaron la atención: “Cómo pudo pedir ayuda si estaba amordazada, con una cinta en la boca”, se cuestionó.

Otro detalle que mencionó el oficial fue que las puertas de la vivienda no fueron forzadas, por lo que es probable que la sospechosa dejara sin seguridades los accesos o les permitiera el ingreso a los agresores. Además, precisó que aún no se ha determinado si la sospechosa tiene problemas mentales o emocionales, que eso se comprobará durante la investigación.

Matrimonio con condición

El director de la Dinased mencionó que aparte de la mujer presuntamente participaron otros cinco individuos. “Ingresaron por la parte posterior de la urbanización y luego fueron al domicilio”.

Los implicados fueron grabados por cámaras de seguridad de vecinos. En las imágenes se determinó cuál fue el carro en el que se movilizaron. Este pertenecía a la pareja sentimental de Olga E., identificado como William R., de 33 años, quien registra antecedentes penales.

El ciudadano le propuso matrimonio a Olga con la condición que pida la herencia a su madre. Ella se negó a la petición de su hija.
Para conseguir su objetivo William R. le propuso a su novia terminar con la vida de madre. La sospechosa contó estos detalles y admitió su participación en el hecho.

“Él puede ser otro autor intelectual o uno de los autores materiales. Está descartada la participación de los guardias de seguridad de la urbanización”.

El carro fue localizado

Francisco Hernández, jefe  de la Dinased de Guayaquil, Durán y Samborondón, indicó que, la madrugada del jueves 28 de septiembre, en una vivienda en la cooperativa Ficoa de Montalvo, en el km 8 de la vía a Daule, hallaron el carro que posiblemente utilizaron para trasladar a quienes causaron el hecho de violencia”.

Hernández informó que Olga E. C. empleó este carro horas después del doble crimen. (I)