Acusado de violar a niña tiene un juicio pendiente por ultraje
Diez años después de haber sido acusado de intentar violar a una niña de ocho años, César Humberto Tul Guerrero vuelve a enfrentar a la justicia por un hecho igualmente atroz. Ahora es procesado por el delito de abuso sexual contra una pequeña de solo dos años, hecho ocurrido el 26 de octubre de 2011 en la cooperativa La Carolina, al norte de Guayaquil.
Por su baja estatura, cabello lacio y piel canela, Tul -de 48 años y profesión albañil- podría ser calificado como una persona inofensiva. Sin embargo, quienes posteriormente se enteran de la causa de su detención piensan lo contrario y hasta se sorprenden. -¿Qué hizo? ¿Por qué le toma fotos la prensa? -Ese es el tipo que supuestamente violó a una niña de dos años -Dios santo, es terrible... eso no tiene perdón.
Esta es parte de la breve conversación que inició Nancy Castro con un empleado judicial cuando el procesado era trasladado al despacho del Tribunal Undécimo de Garantías Penales del Guayas para su audiencia de juzgamiento.
De la misma forma que fue llevado el acusado (esposado y custodiado por un guía), tuvo que ser retirado minutos después de la sala, debido a que la diligencia prevista para ese día y hora (martes 13 de marzo, a las 14:30) había sido declarada fallida por pedido de la Fiscalía. La ausencia de la perito Grey Ramírez, quien realizó el examen a la menor el día del hecho, motivó la declaratoria.
Para el fiscal Santo Ardila Zambrano, la presencia de la especialista en el juicio es una “pieza clave” para sostener la acusación contra el procesado, ya que puede dar fe de que -mediante el peritaje químico- en las prendas de la menor se hallaron muestras de espermatozoide. “La niña (el día del hecho) tenía un desgarro reciente de 2½ centímetros en su parte íntima”, recalcó. “Hechos repudiables como este no pueden quedar impunes, es por eso que pedí al tribunal que fije una nueva fecha para la audiencia de juzgamiento, la cual quedó para el próximo 30 de marzo”, sostuvo el fiscal.
Algo que también llamó la atención el día de la fallida convocatoria fue la ausencia de la madre de la víctima, a quien por protección a la infante llamaremos Diana. “Hago un llamado a la denunciante para que esté presente en la otra audiencia”, exclamó el funcionario.
Diana ratificó su acusación en el proceso judicial iniciado por lo acontecido el 26 de octubre de 2011. “A eso de las 13:00, mientras me encontraba lavando la ropa en mi casa (ubicada en la cooperativa La Carolina), mi hija de dos años y medio, quien estaba jugando con mis otras niñas, desapareció”, declaró en su versión la mujer, quien argumentó que comenzaron a buscarla por varios lugares hasta que su otra hija de 12 años la encontró fuera de la casa del ahora acusado. “Mi hija estaba llorando, por lo que procedimos a revisarla y notamos que su parte íntima estaba sangrando”, narró.
Pero este no es el único hecho en el que ha sido señalado como el presunto autor en un acto pervertido. En agosto de 2001 fue detenido y acusado de intentar violar a una niña de ocho años en la cooperativa Pablo Neruda, al sur de Guayaquil.
El Telégrafo tuvo acceso al expediente judicial iniciado en esa época en contra de Tul Guerrero. La versión de la víctima es incriminante: “Ese día, mi papá se quedó dormido luego de haberse emborrachado, en eso llegó un señor que es amigo de mi papá y (dijo) que quería tomar en la casa, pero mi mamá no se lo permitió... luego el señor pidió que yo le fuera a comprar cigarrillos y mi mamá aceptó, por lo que me fui a la tienda”. En la versión, la pequeña describe que Tul apareció junto a ella minutos después y la cogió del brazo para llevarla a otro lugar donde supuestamente vendían lo que le había pedido.
“Me llevó por el monte y me bajó el short, pero como yo no me dejaba me dio una cachetada y me insultó... en eso aparecieron dos señores que me salvaron y cogieron al atrevido”, narró la víctima en ese entonces.
Esa declaración quedó en el olvido luego de que Tul saliera libre en septiembre de 2002, tras acogerse a la caducidad de la prisión preventiva. Durante el año y un mes que estuvo preso, el Tribunal Cuarto de Garantías Penales del Guayas -de esa época- debía emitir una sentencia para evitar que el caso quedara en la impunidad.
Sin embargo, ese dictamen nunca llegó. Ahora la competencia de determinar la responsabilidad del albañil en el delito de abuso sexual a una niña de dos años le corresponde al Tribunal Undécimo de Garantías Penales del Guayas, que tiene hasta octubre próximo (mes en que quedaría sin efecto la prisión del acusado) para emitir el veredicto.