44 pequeñas víctimas deja violencia en Río de Janeiro
Unos 44 niños murieron víctimas de balas perdidas en Río de Janeiro durante la última década y de ellos, 12 fallecieron en el último año, en pleno recrudecimiento de la ola de violencia que azota la región, según un balance de la ONG Río de Paz.
Los últimos dos casos ocurrieron cuando perdieron la vida Emily Sofía, de tres años, en un intento de asalto mientras viajaba en coche con sus padres y Jeremías Moraes, de 13, tiroteado en medio de un enfrentamiento entre policías y supuestos narcotraficantes en una favela del norte de la ciudad.
“La muerte de un menor víctima de bala perdida es el lado más hediondo de la violencia de nuestro estado”. Es el “resultado, entre otros motivos, de la incapacidad del Poder Público de dilucidar la autoría de esos homicidios y castigar con rigor y celeridad a los culpables”, señaló la organización en redes sociales.
Las víctimas por bala perdida se convirtieron en una triste estadística en el Estado de Río de Janeiro, inmerso en una grave crisis de violencia.
A los dos óbitos registrados ya este año se suman en esta trágica estadística otros 10 pequeños que perdieron la vida bajo las balas perdidas solo en 2017.
Algunos de los casos conmovieron a la sociedad brasileña, como el de María Eduarda Alves, de 13 años, quien fue alcanzada por un disparo en el interior de su colegio mientras realizaba la clase de educación física.
De acuerdo con la Policía Militar, la joven estudiante fue tiroteada durante un enfrentamiento entre supuestos criminales y agentes en el complejo de favelas de Pedreira, en la zona norte de la capital fluminense.
Ante la grave crisis de violencia, el Gobierno central envió a mediados del año pasado 10.000 soldados de las Fuerzas Armadas con la previsión de que permanezcan allí hasta finales de este año, pero su presencia no se tradujo en una disminución de la violencia ni tampoco disuadió a los criminales.
Este miércoles, 3.000 militares y policías efectuaron un amplio operativo contra el narcotráfico en el que, según un balance preliminar, detuvieron a 23 sospechosos, dos de ellos menores. La operación se realizó en distintos puntos de Río, entre ellos la favela de Ciudad de Dios. (I)